Quiénes somos; qué pensamos

Un grupo de compañeros no docentes pensamos que pasados ya 10 años de la creación de la Universidad Nacional de Villa María es hora de que nuestra representación sea canalizada de manera seria, responsable y eficiente.Creemos que nos esperan arduas tareas y nos lanzamos a afrontarlas plenos de determinación, de fe en la capacidad y decisión de los compañeros, de confianza en el seguro éxito de nuestro trabajo. Esperamos que a partir de nuestra gestión ya no haya sacrificios vanos, esfuerzos desperdiciados, esperanzas frustradas. Sabemos por qué y cómo peleamos, contamos con las herramientas básicas que necesitamos, sólo nos resta afilarlas, mejorarlas incesantemente y ser cada día más hábiles en su empleo.Pensamos que un gremio no es ni nunca más debe ser una entidad en la cual algunos logran beneficios personales contra el malestar de muchos. Nos genera repulsión la consabida historia de los dirigentes ricos y las bases trabajadoras luchando por sobrevivir. Estamos convencidos de que es posible una representación genuina de nuestros intereses como sector y de los intereses de la comunidad universitaria en cuanto participamos del gobierno de ésta y a ello nos abocaremos con la mayor predisposición y empeño. Nuestras acciones se encontrarán orientadas a la defensa de las tres cuestiones que consideramos básicas y fundamentales: los derechos de los trabajadores; la igualdad de oportunidades; y por un país justo y solidario.

miércoles, 30 de julio de 2008

Protesta de Gremios Estatales en Córdoba Ante el Ajuste

Página 12

Pasadas las 12.30 continuaban los choques entre manifestantes, nucleados en gremios estatales, y la Policía cordobesa, mientras la Legislatura comenzó a sesionar para aprobar la polémica reforma previsional.
En un panorama de comercios destrozados y vidrieras rotas, el oficialismo estima que pasadas las 16.30 podrá votar el proyecto del gobernador Juan Schiaretti para "sanear" la Caja de Jubilaciones de la Provincia, en medio de la puja con la Nación por el envío de fondos. "Hay un incumplimiento del gobierno nacional. La Nación nos está asfixiando económicamente", apuntó el ministro de Gobierno, Carlos Caserio, en diálogo con la prensa.
El recorte es de entre el 22 y el 27 por ciento para los haberes jubilatorios, pero también se propone un cambio de cálculo de los futuros ingresos, que se obtendrá de un promedio de los últimos 10 años de sueldos en vez del último año de aportes, medida que es fuertemente resistida por los gremios.
A causa del paro general hoy no se dictaron clases y la atención en la administración pública es prácticamente nula, con guardias mínimas en hospitales provinciales y municipales.
Desde la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) denunciaron un "sabotaje" por parte de los trabajadores de Luz y Fuerza en la estación transformadora de Villa Revol, que dejó sin suministro eléctrico a barrios de la ciudad, incluido el polo sanitario, donde hay cuatro hospitales. "Pudo ser una tragedia. Había 20 niños con respiradores artificiales cuando se cortó la luz", denunció el ministro de Salud, Oscar González.
A raíz de los serios incidentes, las empresas del transporte urbano de pasajeros de Córdoba resolvieron dejar paradas las unidades en punta de línea por cuestiones de seguridad, razón por la cual no hay colectivos en toda la ciudad. Así se explicó desde la Unión Tranviario Automotor (UTA), quienes aclararon que no se trata de un paro del transporte de pasajeros de esta ciudad.
Señalaron que la medida fue adoptada por el sector empresario, de no sacar a los colectivos de punta de línea por razones de seguridad a raíz de los incidentes que se registran en la capital cordobesa. Los sectores de varios gremios estatales se movilizan en rechazo al proyecto de reforma jubilatoria que impulsa el gobierno de Juan Schiaretti y que se está debatiendo en la Legislatura provincial.

Aguanten Compañeros!

Solidaridad con los Compañeros que estan luchando en Córdoba para defender los derechos de miles de trabajadores.

No Docentes por el Cambio en APUViM

domingo, 27 de julio de 2008

Cuanta fuerza tenía... y tiene aun...



¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan facil, ya sé que pasa.
No será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada de amor.

Luna de los pobres, siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo y me darás algo,
algo que me alivie un poco nomás.

Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Hablo de países y de esperanza,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo por cambiar esta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar nomás.

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón।

Fito Páez.

(Le robamos a Manolo la idea de esta letra, que es inmejorable)

“La Presidenta argumenta frente a una sociedad que prefiere gestos”

Pagina 12

Como parte del espacio político Carta Abierta, María Pía López –ensayista, socióloga, docente universitaria– aportó en los últimos meses la capacidad de nombrar la complejidad del conflicto con el agro más allá de sus intereses y protagonistas inmediatos y mediáticos. Aquí vuelve a poner palabras sobre el día después al abrupto fin del proyecto oficial en el Senado.


El espacio de Carta Abierta, que reúne a cientos de intelectuales y artistas, ha sido en los últimos meses una de las principales usinas de términos y de interpretaciones sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo. Sobre todo, intentando nombrar la complejidad de las dinámicas en juego, más allá de sus referentes inmediatos y mediáticos. María Pía López, ensayista, docente universitaria e integrante de Carta Abierta, escribió tras la derrota del proyecto oficial en el Senado un texto titulado “Dolor” en el que analizaba el desenlace de la disputa como el triunfo de una extendida “subjetividad de derecha”. Embanderada en el “individualismo económico” y en una “concepción racista” de la vida en común, esa subjetividad dio voz a un “catecismo de circulación masiva”, argumentó López. En esta entrevista con Las12, lleva su análisis a las formas de comunicación que adoptó el conflicto, los lenguajes con que se llamó a la movilización y, también, al modo en que es percibida la retórica presidencial.
Hablás de una sensibilidad de derecha que queda a la vista tras el conflicto. ¿Cómo logró expresarse y tener influencia masiva? ¿Es puramente mediática?

—Me parece que lo que se activó en los últimos meses fue un tipo de sensibilidad social, heredera de las más profundas transformaciones del país. Un tipo de sensibilidad que se organiza en función de la ruptura de lazos comunitarios y de la desazón y desconfianza frente a la política y frente a todo lo que no tenga una explicación basada en el interés económico directo. Eso no lo crearon los medios, sino los modos sociales de vida, pero los medios masivos de comunicación despliegan sus técnicas de montaje y edición de contenidos de modo de ensalzar esa subjetividad como única legítima. Lo hacen con una fuerza enorme. Retoman el sentido común y lo convierten en objeto de afirmación plena: dicen lo que la “gente” piensa pero proveyendo a la “gente” de imágenes poderosas para ratificar esa subjetividad. La situación es problemática en lo que hace a la relación entre subjetividad, medios y política. Porque el discurso político, con sus términos y símbolos clásicos, queda desfasado respecto de esa otra articulación. Por eso, el héroe mediático es (Alfredo) De Angeli y no (Eduardo) Buzzi.
¿Son figuras que se contraponen en algún sentido?

—No son contradictorios, sino momentos distintos de una despolitización muy extendida socialmente. Pero también por eso, resulta más estremecedor Buzzi que De Angeli, al enlazar esa situación de desapego respecto de la política y primacía de los intereses inmediatos con discurso político en el sentido más fuerte. Eso lo puede hacer porque los símbolos flotan sin arraigo, circulan como monedas de cambio social. Quizá la mediatización es esa ausencia de arraigo y la sustitución de la escena de producción social de articulaciones por una escena espectacular de enlaces y difusión de símbolos. El poder enorme que tienen los medios es correlativo a la impotencia de otros territorios.
Para pensar la comunicación política por parte del Gobierno: ¿qué tipo de argumentación primó y a qué tipo de imágenes se confió la movilización?

—El Gobierno ha sido débil en el plano de la comunicación política y también en el de la reflexión cultural. Porque ante una situación notoriamente nueva y con lógicas comunicacionales inéditas, respondió con el arcón de los recuerdos. De un modo raro, y por momentos contradictorios, articuló la reposición de categorías antiguas —y también lo hizo gran parte de la sociedad, que leyó lo que sucedía como una pura reedición del pasado y activó las napas de racismo y exclusión heredadas—-, como las de pueblo y oligarquía, con una reivindicación ingenua de la tecnología. Me parece que estamos ante un Gobierno capaz de asumir distintos riesgos y de moverse en diversas situaciones, pero que no despliega los argumentos para hacerlo. Y que al difundir una interpretación forjada de un modo rígido no logró extender sus interpelaciones a aquellos que resultaban beneficiados por sus políticas.
¿Cómo vinculás esta imposibilidad de ampliar su interpelación y su confrontación con los medios?

—La estrategia comunicacional y cultural no puede desplegarse sin otro tipo de relación con los medios de comunicación, que a lo largo del conflicto demostraron una cerrazón sin igual a pensar las diferencias y transformaciones que se estaban operando en la escena. La condena mediática a las marchas como resultantes de un clientelismo anticiudadano, la mentira explícita respecto de las condiciones de esas movilizaciones, mostró que además de construir argumentos más precisos y símbolos más capaces de interpelar, es necesario una intervención más directa en el plano de la creación, apoyo y difusión de los medios públicos de comunicación. El tipo de interpretación que el Gobierno arrojó a la movilización puso un énfasis claro en la dimensión política de la vida pública. En ese sentido, la última movilización mostró un abanico de personas y grupos muy diversos, que acompañaban más el momento de politización como apertura o umbral. Mi impresión es que se veían las retenciones más como indicios de una política a desplegar que como algo ya evidente.
Al mismo tiempo, la politización de las retenciones como debate público fue algo que el Gobierno no planteó desde el principio sino en la medida en que se desarrolló el conflicto...

—El discurso del Gobierno fue variando durante el conflicto por las retenciones, y cuando llegó a la enunciación de que había que situar en la agenda democrática el tema de los recursos económicos y su distribución fue acompañado por muchas personas y también sancionado por muchas otras. Creo que la última plaza, la del Congreso, fue algo distinta de las anteriores, porque las “plazas de Mayo” estuvieron signadas por la necesidad de defender a un gobierno electo democráticamente y a su soberanía para definir políticas, mientras que la plaza del 15 de julio estaba recorrida por un ánimo alegre, el de la comunión callejera en relación con algo que está más en el futuro que en el presente. Para decirlo rápido, me pareció una movilización menos defensiva, pero combinada con una articulación política gubernamental de gran fragilidad, como se vio al día siguiente en el Senado.
Una de las cuestiones más discutidas fue la figura de Cristina. Muchas de las críticas —por ejemplo: que es soberbia y pedagógica— tienen que ver con cómo habla. ¿Qué uso del lenguaje ves en ella? ¿Qué tipo de retórica es la que genera una irritación masiva?

—La Presidenta es un personaje extraño para la vida social contemporánea. ¿Qué es lo que irrita en la Presidenta? ¿A qué se llama soberbia? Esas son quizá las preguntas más difíciles de responder, porque lo que se dice ante esa pregunta es por lo menos superficial: el cuidado de la imagen, la gestualidad, la vocación explicativa. Por sí solos, esos rasgos no deberían resultar motivo último de condena. Porque efectivamente hay una pedagogía en juego pero en una sociedad que no desdeña otras pedagogías y que ha hecho, durante mucho tiempo, de sus ámbitos educativos y sus figuras docentes la reserva moral. O que ha sostenido la pedagogía del periodismo conservador o los ademanes explicativos de un Grondona. Y no quiero decir que el estilo no sea fundamental y que esos rasgos no sean indicios de una sensibilidad que puede resultarnos ajena. Lo extraño es que en los ademanes y en la elección de ropa está más cerca de los habitantes de los barrios que la aborrecen que de muchos de quienes la acompañan. Creo, entonces, que moviliza otra cosa, que deviene en odio. Y lo que moviliza ocurre en el orden del discurso: ocurre como argumentación. La Presidenta argumenta en una sociedad que prefiere la gestualidad inmediata de un De Angeli que los argumentos del debate político. Como si el balbuceo mediático hubiera producido el formato con el cual es legítimo hablar políticamente. Y que la violación a ese registro sólo puede indicar que quien habla usa la lengua como mascarada. Es la idea de retórica como mentira o manipulación llevada al extremo. El otro día, en una sala de espera de un consultorio en el que sólo había mujeres, entre las muchas críticas que escuché sobre la Presidenta, la más sorprendente era una comparación con Isabel Perón: a favor de Isabel, porque “ésta (por Cristina) es peor, porque es inteligente”. Cuando la Presidenta habla y argumenta, además, lo hace enunciándose como mujer política y eso significa contrarrestar —o quedar avasallada por— la enorme deslegitimación de la política. Es más creíble un empresario, aun haciendo política, porque sus intereses son más inmediatos y explícitos, que el político (o la política en este caso) puro, que es más bien una encarnación de lo que debe condenarse.
¿Por qué creés que las alianzas del Gobierno fueron insuficientes a la hora de ganar el debate público?

—El debate se convirtió, bastante rápido, en una escena de disputa por cómo se construía política. Los sectores progresistas de la oposición partieron de una hipótesis no desdeñable: presionar para llegar a una instancia de consenso y de discusión, más que el acuerdo sin más, con una medida con la que podían acordar. Pero tal como se terminó resolviendo la votación en Diputados, cuando ya el oficialismo había aceptado varios de los cambios propuestos, demostró una crispación inédita y una por lo menos mezquina capacidad de distinguir los trazos fundamentales de la escena. Pienso ahí en el momento en que se sube a mil quinientas toneladas el límite sobre el cual se pagan retenciones, y el diputado Lozano habla con la Federación Agraria y transmite que ahora la condición es la subida a tres mil toneladas. ¿Qué significa ese trastrocamiento, en medio de la negociación, si no es la afirmación de una vocación renuente al consenso y a la articulación política? Las alianzas previas del Gobierno, en parte, se agotaron por una dinámica que no pudo reconocer el oficialismo, y que es el carácter local de los conflictos políticos. Podía disputar, dentro de la ciudad, las grandes imágenes y símbolos de la movilización, pero no resolver los dilemas de un diputado o senador cuya legitimidad proviene del poder o la conflictividad local.
Hablás de un triunfo de la operación destituyente. ¿Qué es lo destituido? ¿Cómo creés que reorganiza la gobernabilidad?

—Más que una operación se trata de la activación por distintos ademanes, discursos, actos, de un clima, en el que se desinviste de legitimidad y autoridad a los poderes públicos. En el que mientras más atribuciones simbólicas o más disposiciones culturales o presencia política tenga alguien, más se convierte en blanco de la sospecha y el ataque. Esto ocurrió con la investidura presidencial: era el lugar más frágil precisamente por ser el más investido. Lo destituyente consistió, creo, en separar poder de mando y capacidad de intervención sobre la trama social respecto del lugar simbólico de la presidencia. Es una suerte de reconocimiento del neoliberalismo en su sentido más profundo, como funcionamiento de la vida social. La política pública aparece como obstáculo para ese funcionamiento. Quizá significó el triunfo, lo que ocurrió en estos meses de lockout y en el Senado, de una gobernabilidad sustentada sobre el acuerdo de los poderes sociales. Y no quiero decir con esto que el kirchnerismo ha sido una épica de los oprimidos contra los poderosos. Más bien ha combinado estrategias confrontativas con conciliaciones bastante difíciles de presentar públicamente junto con la retórica de lo popular, pero sí estaba habitado por contradicciones, por tensiones, o desperdigaba indicios de otro intento de gobernabilidad. La imposibilidad de legislar las retenciones móviles puede acorralarlo hacia un más férreo acuerdismo. Tiene otras posibilidades, que analistas y periodistas han señalado en estos días, que pasarían por expandir el mapa de las alianzas, generar una dinámica gubernamental que pueda ser explicitada permanentemente con las categorías que la contemporaneidad merece y plantearse estrategias de efectiva constitución de lo público y de revisión de lo estatal. Es lo que podemos desear, no sé si lo que puede ocurrir.
¿Cómo queda planteado el escenario para el proyecto de ley de radiodifusión?

—El proyecto de ley de medios resulta fundamental en este contexto, porque repondrá al Gobierno en una situación de profunda conflictividad y sin mayoría parlamentaria que se pueda descontar. ¿Tomará ese riesgo o se abocará a temas menos conflictivos para una opinión pública formateada por los medios? Hay una diferencia con las retenciones, y es que el proyecto fue discutido por distintos grupos sociales, periodistas, universidades, empresarios, antes de su diseño final. La nueva ley de medios es necesaria y hasta urgente como regulación, pero no hay que suponer que va a modificar los modos de producir interpretaciones y distribuir símbolos en la sociedad argentina. Por eso, no habría que confundir su necesaria sanción con otra necesidad: la de desplegar estrategias comunicacionales y culturales, que supongan interpretaciones acuñadas con precisión y una fuerza mítica de interpelación.

Lo que no sabíamos

sábado, 26 de julio de 2008

Proyecto Sur: Así no seguimos

Por Alberto J. Lapolla, Ana T. Lorenzo, Marcelo Arbit, siguen las firmas. *

Con dolor comunicamos al conjunto de nuestros compañeros de Proyecto Sur que así no seguimos. En agosto de 2007 contribuimos a crear este espacio como un intento de reconstrucción democrática y plural del campo nacional, popular, antiimperialista y latinoamericanista. Al inicio de la crisis agropecuaria, incidimos positivamente en una posición correcta de Proyecto Sur en el tema que, entre otras anteriores, se plasmó en la declaración consensuada del 17 de mayo. En ella se denunciaba al salvaje lockout agrario, a las grandes empresas exportadoras multinacionales, a los pools de siembra y sus arrendatarios, a los grandes terratenientes nativos y extranjeros. Se criticaba el proceso de sojización, la concentración de la propiedad, el trabajo en negro de los peones, la pérdida de chacareros y de productores pequeños. Se advertían los intentos desestabilizadores, tanto externos como internos, y se recordaba el nefasto papel cumplido por la SRA y CRA en todas las dictaduras. Hacíamos explícito también la necesidad de debatir democráticamente un Plan Nacional Agropecuario. Sin embargo, continuando el conflicto, la “mesa nacional” de Proyecto Sur, negando decisiones de varios distritos en contra del lockout y la desestabilización, se negó reiteradamente a aceptar que había en marcha un fuerte proceso de desestabilización política y de condicionamiento económico motorizado alrededor del conflicto desatado por la oligarquía terrateniente y sus socios, acompañados esta vez por las clases medias rurales y urbanas, los medios de comunicación, los partidos de la izquierda colonial y los políticos de derecha. (Ver solicitadas en PáginaI 12 del 25-06 y 16-07-08 y artículos en PáginaI12 del 12-07 y del 25-7-08.) Esto objetivamente colocaba a Proyecto Sur en una complicidad con el bloque reaccionario.

Fue imposible convencerlos de participar o apoyar, desde una posición independiente, alguna de las marchas donde convergimos los sectores populares en respaldo del gobierno legítimo contra el golpismo y los privilegios de los de siempre. A esos actos concurrimos espontáneamente muchos compañeros de Proyecto Sur, guiados por nuestra conciencia. Lo hicimos diferenciándonos, por supuesto, porque no somos kirchneristas; pero muchos de nosotros, cuando defendimos a Raúl Alfonsín en Semana Santa tampoco éramos alfonsinistas; pero entendíamos –al igual que ahora– que se trataba del destino de la nación y del respeto a la voluntad popular.

Si Proyecto Sur se hubiera posicionado en una actitud de respaldo al Gobierno, sin ocultar críticas ni diferencias, se hubiera llenado de prestigio, habría mostrado grandeza patriótica y habría ganado el respeto de la militancia e, incluso, de la izquierda kirchnerista. Sólo se necesitaba claridad de análisis, generosidad y amor a la patria y al pueblo. En lugar de ello, Proyecto Sur eligió criticar acerbamente al Gobierno –ignorando todas las concesiones realizadas por éste a la Federación Agraria–, desconocer el lockout y el desabastecimiento y colocarse en la vereda de enfrente. Peor aún: quienes invitamos en forma personal y colectiva a participar de las manifestaciones, pero sin utilizar el nombre de Proyecto Sur, fuimos duramente cuestionados por la “mesa nacional”.

¿Cómo es posible que, cuando en la nación se desata un lockout patronal de cuatro meses, con todos los medios de comunicación del poder económico transmitiendo en cadena, con acciones simultáneas de desestabilización en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua, no se vea la mano del Imperio detrás? ¿O se cree que Thomas Shannon vino cinco veces a la Argentina, que Luciano Miguens viajó a los Estados Unidos, o que Duhalde se entrevistó con Uribe con fines de intercambio cultural? ¿Acaso la puesta en movimiento de la Cuarta Flota Imperial se destinará para fines turísticos? ¿No era atendible la razón desestabilizadora, cuando el propio comandante Hugo Chávez señalaba que “lo que está ocurriendo en Argentina es lo mismo que ha pasado en Venezuela, cuando se produjo el golpe de Estado”? ¿Es que Chávez miente o está siendo operado? ¿O se cree que la SRA, CRA y Carbap, integradas por funcionarios de todas las dictaduras, cómplices directos y beneficiarios del genocidio, sólo defienden los “intereses del campo”? ¿Cómo no se advierte que este nuevo y poderoso bloque está ahora posibilitado de condicionar cualquier medida, por tibia que sea, que afecte esos intereses?

La culminación de este proceso de abandono de las posturas iniciales de Proyecto Sur se produjo mediante el voto vergonzoso de Claudio Lozano, el único diputado nacional electo en nuestra representación. Votó en contra del proyecto de retenciones móviles y diferenciales, al que había apoyado en marzo cuando no incluía ninguna de las mejoras que la Federación Agraria reclamó. Mejoras obtenidas y que premiaban a los pequeños y medianos terratenientes pampeanos. Lozano intentó justificar su voto negativo con argumentos absurdos. Si las retenciones se cobran mal o se evaden, la solución no es eliminar las retenciones garantizando de esa manera la gigantesca ganancia del complejo oligárquico-sojero, sino corregirlas y hacer eficiente su cobranza.

La correcta denuncia de negociados era perfectamente compatible con un voto afirmativo hacia el único proyecto de retenciones móviles que estaba en discusión. Resulta inconcebible que se afirme que, “como el kirchnerismo no aceptó nuestro proyecto votamos en contra”, confirmando el refrán tradicional respecto de que lo mejor es enemigo de lo bueno. Urquía, Reutemann, Romero y demás sojeros deben estar felices con el nuevo compañero de ruta.

Finalmente en su nombre Lozano terminó perjudicando a los pequeños y medianos productores sojeros a quienes decía defender que ahora no dispondrán de ninguna compensación. Lozano completó su lamentable rol a favor del bloque reaccionario asesorando a los senadores fueguinos para que cambiaran su voto, ayudando así a la SRA, a Duhalde, Bergoglio, Nosiglia, Macri, Menem, Reutemann, Romero, Barrionuevo, Carrió y Cobos, a voltear el proyecto oficial, consumando una parte del golpe destituyente. Por ello, resulta insólita la defensa a ultranza de ese voto que realiza hoy la “conducción” de Proyecto Sur. Su lamentable papel colocó a nuestra incipiente fuerza al lado de los sectores más reaccionarios del país. Cuando la situación política se polariza de tal manera, no hay lugar para neutralidad o medias tintas.

De esta manera, no seguimos en Proyecto Sur, pero ninguno de nosotros se retira a su casa a meditar. Por el contrario, nuestro compromiso militante y político con la causa del pueblo y de la patria es más alto que nunca, como lo hemos demostrado en estos días de profundo ataque de la derecha, donde por todos los medios a nuestro alcance hemos trabajado en función de denunciar los planes golpistas, de movilizar y de ayudar a la unidad de las fuerzas populares. La situación del país es grave, la derecha ha conseguido su más importante victoria después del gran triunfo popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 e irá por más. De allí que creemos necesario construir colectiva, democrática y pluralmente el espacio que Proyecto Sur se negó a realizar.

Los campos han quedado nítidos. De un lado, están la derecha y sus lacayos. Del otro lado, se encuentra un conglomerado enorme de grupos y organizaciones, cuya mayor debilidad es la falta de unidad y organización. Queremos ayudar a concretar un poderoso movimiento social, cultural, político, transformador que alumbre una nueva etapa del movimiento de liberación nacional y social del pueblo argentino. Movimiento que se debe basar en la actualización de las banderas históricas del pueblo argentino: una patria justa, libre y soberana con una profunda democracia participativa y una fuerte distribución de la riqueza que elimine el hambre, la indigencia y la pobreza de nuestro suelo, recuperando para el Estado nacional las palancas principales de la economía, nuestros recursos naturales y estratégicos. Llamamos a los compañeros y compañeras de Proyecto Sur y de otras organizaciones populares que compartan estos anhelos a construir una herramienta representativa, plural, de unidad en la diversidad para continuar la gran patriada.

* Ignacio Nacho Ivancich, Fanny Martín, Jorge Paolini, Gabriel Rubinstein, Oscar Oriolo, Angel Aloatti, Nicolás Codesido, Juliana González, Guillermo Gómez, Compañeros Para la Liberación, 19 y 20 de diciembre en Proyecto Sur, siguen las firmas.

miércoles, 23 de julio de 2008

Lo que se pierden los peronistas de derecha por fachos...

Un poco de música, che!

Pequeñas delicias de la vida política que me pierdo por no ser de la U.C.R.

Por La Runfla de Rufianes

Los radicales son -como todos sabemos- un raza distinta de animales políticos. Ellos suelen ser gente bien, con título de Doctor (por lo general) y que usan traje día, tarde y noche. (Un amigo sastre me confesó que los radicales nacían con el traje puesto y les crecía a través de los años como una segunda piel. También me contó que hay algunas especies de UCRs que en el verano se les cae la corbata y allí suelen sentirse humanos; sensación incómoda que mengua cuando se ponen una camperita de descarne o se sientan en algún escritorio).

Allí me puse a sacar cuentas y tomé conciencia que usé traje solo dos veces en mi vida y me quedé pensando en cuantos placeres mundanos y políticos me he perdido por no ser radical.

Está claro que el primero es no haber sido -y jamás poder aspirar ser- decano de alguna facultad o rector de una universidad. Un radical de ley en algún momento de su vida debe ser titular de cátedra, presidente de centro de estudiantes o conciliario docente, sino JAMÁS será visto como un igual por sus correligionarios y probablemente pasará por la vida política sin alcanzar jamás el estrellato tan soñado.

Evidentemente también me he perdido la inigualable experiencia de cantar la Marcha Radical (¿se llamará así?) y haber tenido en mis cuerdas vocales la rítmica poesía del "adelante radicales, adelante sin cesar". Aunque en este punto debo confesar que tampoco he tenido la fortuna de insuflar mi pecho con marcha alguna, ya que mi vida ha estado ligada a una organización sin más marchas que las que se construyen alrededor de las canciones de la tribuna dominguera.

Tampoco he experimentado el extraño placer masoquista de copiar la oratoria de Angeloz, Alfonsín o De la Rúa. No he convocado a los argentinos a gestas milagrosas o a economías de guerra. No he tenido vocación de martir o de ciudadano ilustre. No he llenado mi boca con la austeridad de Illia y llenado mis bolsillos con la rapidez de Medina Allende.

Jamás he hecho con éxito, el papel de "hombre atribulado" o de sujeto atrapado por las circunstancias para conseguir el aplauso de los giles y de los medios. Jamás en mi vida se me podría ocurrir en mi limitada cabeza meter en un mismo párrafo la ley de hidrocarburos y la de los vinos espumantes, para justificar mi volubilidad y oportunismo. Pero no me caben dudas que cuando se consigue el éxito buscado, se debe sentir un placer especial, el mismo que inunda a un actor, cuando logra que su platea se conmueva frente a una ficción.

No soy, como los radicales por definición, un hombre probo, ni aparento serlo. Y eso, por suerte, me salva de entender a un tipo como Cobos.

La remera de moda - Cobos lo hizo

Entrevista muy esclarecedora

Entrevista muy buena a Vervitsky, en Radio Nacional Córdoba, la semana pasada. La tomamos prestada de los compañeros de La Runfla. En el programa participa también, aunque no se lo ve en cámara, pero si haciendo preguntas, el abogado de APUViM Eugenio Biafore.

Notas Sobre la Redistribución del Ingreso

Por Damián

Escribimos aquí una pequeña crónica de las consecuencias redistributivas de la anulación de la resolución 125.
El Cpro. Schiaretti, quien hace apenas seis meses fue a rogar por la legitimidad de su fraude electoral al gobierno nacional, y que cuatro meses después apoyó fuertemente la anulación de la resolución 125 ha comenzado con su política de redistribución del ingreso. Su primer medida fue recortar las jubilaciones un 25% !!!!!!! a los jubilados estatales. Su caballito de batalla es que el Gobierno central no le manda guita; sin embargo quienes vivimos en Córdoba no olvidamos que el Cpro. De la Sota reventó las arcas provinciales en los pasados 8 años y que Schiaretti es la continuidad de ese gobierno. Pero tiene suerte Schiaretti. No está solo. Tiene también al Canal 12 de Córdoba, propiedad del Grupo Clarín y al diario La Voz del Interior, el más importante de la provincia, también propiedad del grupo Clarín de su lado. Toda la mañana de hoy (23/07/2008) estos medios han estado fogoneando la represión de la policía cordobesa, que no es la más mansita de las del interior. Tanto Canal 12 como La Voz del Interior han intentado mostrar lo violenta que era a protesta, cosa que no les salió bien, pues los manifestantes (Todos los gremios estatales unidos, otro milagro de Schiaretti, que logro juntar el agua y el aceite) se abstuvieron de confrontar con la policía y con nadie, ni tumbaron una sola valla. Eso si la manifestación fue una de las más importantes de los últimos años. Mientras tanto los tristes periodistas de Canal 12 mostraban unas tuercas que 'habrían tirado los manifestantes'.
Nuestra solidaridad desde aquí con los gremios que están defendiendo con todo lo que tienen los derechos de los trabajadores. No olvidamos que nuestros intereses como trabajadores jamás coincidirán con los de un traidor.

martes, 22 de julio de 2008

Separados al Nacer

"BOMBITA" RODRÍGUEZ Y "SOBRECITO" LANATA

Por Anarko-Peronismo

¡Exlusivo! Desde el epicentro del conflicto, esquivando bombas, baches, sobres y picaduras de tembiles mosquitos, nuestro heróico corresponsal de la Guerra Gaucha arriesga su propia vida para comunicarnos los últimos eventos:

"Horacio “Bombita Rodríguez” Verbitsky pareció divertirse con el juego, de modo que se nos ocurrió acercarle algunos otros:
  • “Si seguís con De Vido, Horacio, estás jodido.”
  • “El Perro con Rudy bien se lame.”
  • “De robo para la Corona a servir a la Reina.”
  • “Desde Ezeiza a Calafate Horacio banca el remate.”
  • “De los soldados de Perón a defender a Felisa fue HV sin cortapisas.”

Bombita Rodríguez, el Palito Ortega montonero, personaje creado por Diego Capusotto, se ha transformado en un documental."

Estos "aforismos" son en respuesta a un artículo de Página/12 del día 14 de Julio, en el que Verbitsky hacía referencia a un cartel que decía: "Bernardo tenía mala leche. Quedó la nata".

Entendemos la bronca de Robespierre. Lo que no entendemos es el apodo "Bombita Rodríguez". Si El Perro fuera un tipo que se jactase contínuamente de su pertenencia a una organización armada, si reivindicara todos los días la lucha armada o si tratara de obtener un capital político por ello, bueno, lo entendería. Pero tratándose de Horacio Verbitsky, un señor que es muy autocrítico con lo que ocurrió en los ´70, ya en su momento bastante escéptico respecto a las probabilidades de obtener el éxito por las armas, me parece que Jorgito está meando afuera del tarro.

A menos que Jorgito finalmente se haya decidido a ponerse en sintonía con su público y sus nuevos jefes, y se dedique al macarthyano arte de acusar de Montonero, Guerrillero y Terrorista a todo aquel que opina de determinada manera. Esto me sonaría más razonable, viniendo de un periodista de izquierda con la actitud moral de una vieja mojigata de pueblo.

Nuestro corresponsal es un tipo muy ocurrente y no le hace falta tener realmente mucho de qué hablar para hacer una crónica. El único material que requiere para informarnos, se contiene en un sobre o en su defecto un maletín.

Queremos saludarte Jorge "Sobrecito" Lanata, corresponsal de guerra; artista posmo; quebrador crónico; ex-cineasta émulo de Michael Moore; abrecartas profesional y Robespierre de los Hombres de Campo, dedicándote a vos también unos aforismos más:

  • "El diario es de Manzano, ¿Después lo quebramos?"
  • "Si El Coti se pone, te escribo El Quijote."
  • "Cambiás de opinión, ¿se puso el Cabezón?"
  • "Jorgito sospecha, ¡un sobre a la derecha!"

lunes, 21 de julio de 2008

La borocotización de TVR

Por Mundo Perverso

Ya lo habíamos posteado acá: es una pena lo de TVR. No voy a insultar como lo hice frente al televisor mientras veía la manipulación que hicieron sobre el conflicto del campo. No lo voy a hacer por el respeto a todos los excelentes informes que expusieron durante todo este tiempo.
TVR se dió vuelta luego de años de mantener independencia, habiendo sufrido muchas presiones e incluso censura por parte de la "prensa independiente" de Manzano y de Narváez. En aquel entonces desde acá le dimos difusión al hecho y a los pormenores del asunto. También defendimos al programa desde acá cuando a Majul no se le ocurrió mejor idea que salirle a competir los sábados.
Después de tanta agua bajo el puente es una lástima ver cómo su productor, Diego Gvirtz, ahora dilapida su capital bien logrado jugando para los intereses del grupo Clarín y las hordas republicanas; dando a entender a través de sus últimos informes que los que apoyaron a los patrones del campo eran "gente bien" (seleccionando personas que explicaban por qué estaban ahí), mientras que los testimonios de los que apoyaban al gobierno eran descerebrados arreados que ni sabían por qué iban a la manifestación. También si prestan atención verán que en la introducción a la marcha en apoyo al gobierno hasta se cuela una imagen fugaz de una parrilla con choripanes, como si no hubiera habido choripanes en el acto del campo (que, de hecho, antes de comenzar los comentaristas televisivos remarcaban que "todo ese humo que se ve en pantalla no es por quema de pastizales sino por choripanes").
Elegí recortar los comentarios de Schultz y Wainrach quienes en respuesta a D'Elía resaltaban que "ahora lo bueno es que Todos Nosotros vamos a seguir trabajando y bueno, vos Luis.. vas a seguir." Como si D'Elía no trabajara. Trabajo pareciera ser para Schultz "trabajar para empresas privadas" y, todo lo demás, no calificaría como trabajo.
Una lástima Gvirtz, era muy bueno tu programa. Una bocanada de aire fresca en medio de la hegemonía discursiva de las empresas que tienen el control de la cultura. Lo lamento más que nada por el talento que están desperdiciando; los editores -lo digo como colega- que trabajan para hacer esos informes hicieron un trabajo excelente durante todo este tiempo y es realmente triste ver que ahora estén volcando todo ese talento y creatividad en demonizar la protesta social, en defender los intereses de los poderosos. La verdad es que no creo que todos ellos tengas las mismas convicciones que un ex compañero de trabajo, quien una vez en una charla en la que le cuestionaba haber aceptado trabajar editando informes non-sanctos para un señor (que no voy a nombrar para no mandarlo al frente), me dijo algo así como "Y bueno, yo laburo el que pague mejor. Si tengo que editar una campaña para *** y hay buena guita lo hago total, las "convicciones", son cosas de políticos".
No funciona así: todos somos responsables por lo que hacemos. Uno no puede exigirle a los dirigentes políticos lo que no ejercen día a día en sus vidas cotidianas. Si trabajás para el que más pague, aún conciente de que el que más te paga está haciendo algo malo, ¿desde qué lugar podés exigirle a un político que no haga lo mismo que vos? Si bien el responsable es Diego Gvirtz, esto no le quita responsabilidad a los que integran el equipo, a los que acatan sin chistar lo que se les pide. Uno siempre puede decir "no".

Saludos
D.F.

Qué país

Por Eduardo Aliverti

Lo que pasó el jueves no pasa en absolutamente ningún lugar de este mundo. Es válido empezar por ahí, porque sirve de referencia para el análisis global.

Que un vicepresidente vote en contra de su gobierno; que lo haga a seis meses de iniciado éste; que lo ejecute en una instancia crucial para la suerte de la fuerza que integra; que no sólo no haya tenido la ética de renunciar, sino que porte la amoralidad de decirle a su compañera de fórmula que aquí no ha pasado nada y que quiere seguir a su lado hasta el 2011; que el conjunto de los periodistas de la Patria Mediática, siempre horrorizados por la prostitución ideológica de “los políticos” y alucinados con Borocotó hasta ayer nomás, rescate casi sin eufemismos los huevos que tuvo Cobos... Borges y Groucho Marx hubieran quedado boquiabiertos. Haber cruzado este límite surrealista es la pauta de la monumentalidad de los errores del Gobierno y de la magnitud del enemigo. Dijo un funcionario kirchnerista: “La primera vez que tocamos intereses concretos del poder, del poder real, lo único que se nos ocurrió fue enfrentarlos con el bombo y la marcha peronista. Así que nos pasó lo que nos tenía que pasar”.

Esa primera persona del plural es un elemento muy interesante. De qué hablan algunos cuando hablan de nosotros. Y de qué hablamos muchos de nosotros cuando nos referimos a ellos. Cuando desde el oficialismo citan el nosotros, lo hacen munidos de un sentido marcadamente excluyente, que se reserva la apropiación pero sobre todo las consecuencias de toda victoria, derrota, disposición o gesto político. Esa es en verdad la soberbia preocupante. Ese desprecio acerca de que las decisiones que toman, o la forma de implementarlas, no los afecta solamente a ellos, sino al grueso de quienes ellos dicen representar con dirección progresista. Y en analogía, tras el Waterloo del jueves, se escucha a muchos progres que pasan la factura por el número de estropicios oficialistas. Todo lo que se reprocha es cierto. Que se jodan por aliarse con radicales, que tienen el invicto histórico de terminar, siempre, traicionando. Que se jodan por haber apostado a la estructura mafiosa de los barones del conurbano. Que se jodan por no haber abierto el juego por afuera del PJ. Que se jodan por la admirable ingenuidad de mandar el proyecto al Congreso. Que se jodan por apoyarse en la burocracia de la CGT y no darle personería a la CTA. Que se jodan por su estilo capanga de conducción. Que se jodan por no profundizar la afectación de otros bloques de la clase dominante y acabar sin pan y sin torta. Todo correcto. Pero resulta que a la par del kirchnerismo se jodió, precisamente, la muy tibia posibilidad de seguir avanzando en un modestísimo proceso de pequeños cambios que es, al fin y al cabo, el paso tolerable para esta sociedad. Ahora la salida es posible claramente por derecha, por lo peor de la derecha, y lo que se jodió está lejos de ser sólo el kirchnerismo. ¿Dónde ponemos el no- sotros, entonces, y dónde el ellos?

Alguna parte de esa lógica de escupir para arriba, sin reparar o sin que importe que el salivazo caiga en un radio mucho más amplio que el de origen, tal vez les quepa a algunos de los que hoy creen, de buena fe, que el jueves ganó “la democracia”, o “la moderación”, o “el consenso”. O la buena fe, justamente. Alguien, pocos, varios de quienes no soportan a este Gobierno, o de quienes frente al conflicto puntual decidieron estar enfrente, deben haber dudado del sincero corazón de Cobos cuando a las pocas horas de votar se trepó al auto para recoger la adhesión chacarera. Debe ser un hallazgo o hecho psicológico de fuste que al rato de vivir el momento más difícil de la vida uno ande feliz por las rutas argentinas, mostrándose para la foto. Tiene que haber generado algo en la gente de buena fe verlo a Llambías cantando la marcha peronista con Luis Barrionuevo (igual que verlo a Saadi votando el proyecto oficial, nadie dice lo contrario). Alguno debe haber capaz de conmoverse un poquito por haberle llamado “dictadura” al único oficialismo del mundo cuyo vicepresidente le vota en contra y lo hiere de muerte, quizás, porque terminó siendo que semejante dictadura es tan torpe que ni siquiera tenía información de lo que podría ocurrirle en el Congreso.

Cupo recordar por estos días una definición de Gramsci: Es hegemonía cuando una clase, o fracción de una clase, logra convencer al resto de las clases, o fracciones de clase, de que sus intereses particulares son los intereses generales. Eso, exactamente eso, es lo que acaba de (volver a) consumarse en la Argentina. Pero no en la madrugada del jueves. Y ni siquiera desde marzo último, cuando en la conjunción de los desatinos gubernamentales, y el aprovechamiento de ellos por parte de la fracción gauchócrata-mediática, comenzó a tejerse el entramado que Julio Cobos coronó con la teatralización de su cinismo supremo. Esto viene y se repite desde hace más de 30 años. Es la victoria de las patronales de los milicos. Son los 30 mil desaparecidos para que se haya logrado juzgar y encarcelar a los genocidas, pero no revertir la fenomenal derrota política que supone el terror de las clases medias y populares a cualquier vía de tímidos cambios alterativos del humor de los privilegiados. Cobos y los pusilánimes que priorizaron sus hectáreas, sus chacras, la tranquilidad del vermucito y la siesta cuando vuelven al pago, la defensa falsa del funcionamiento institucional para que la coreografía periodística los ampare, traicionaron acuerdos políticos de circunstancia. Fueron infieles, pero no desleales. Debajo de la superficie –o bien arriba, en realidad– respetaron a rajatabla su cuadro de valores ideológico: no apartarse jamás de los que estarán siempre, de los que tienen la plata del poder verdadero. Los demás van y vienen, llámense Kirchner o como sea. Los Llambías y los Miguens no. Ellos están siempre. Ellos y el tilingaje que quiere ser como ellos y nunca lo será. Los pobres y el medio pelo que piensan con la cabeza de los ricos son el reaseguro de esta gente.

Ganaron otra vez, aunque en esta oportunidad no corresponde felicitarlos porque la mayor y mejor parte del trabajo la hizo el Gobierno. Les resta la rearticulación de sus fuerzas políticas y entronizar al Menem Blanco, que bien podría ser el propio Cobos, ahora que es el héroe nacional de la gran familia argentina. Los rentistas agrarios, los periodistas del sentido común, la Sociedad Rural, Lilita, Monsanto, las patrullas troscas que les proveen cotillón, Duhalde, los radicales, Macri. Es eso. No hay comandos civiles, ni grupos de tareas ni ninguna de las afiebradas fantasías con las que Kirchner tiró sus últimos manotazos.

El golpe es la repetición de la derrota cultural. Ese sí. Terminan de concretarlo. Que cada quien se haga cargo de la parte que le toca.

La traición de los hombres honestos

Por Claudio Zeiger

Quizá por un tiempo, Julio Cobos se convierta en el héroe de la antipolítica, el reino de los que creen que la moral y la política son dos esferas no sólo autónomas sino irreconciliables y que preferirían ser gobernados por una monarquía elegante o por los éticos médicos sin fronteras a los políticos. La ecuación es inmejorable. Para no traicionar su corazón, el vicepresidente “traicionó” los códigos de la política. Si podemos abstraer por un momento su decisión del conflicto por la 125, si se acepta que votó por una convicción y que esa convicción nació de la necesidad del diálogo y el consenso (bandera que, cabe aclarar, le pertenece a uno de los sectores en pugna, la Mesa de Enlace, precisamente el sector que proclamó pero nunca buscó ni el diálogo ni el consenso), podríamos decir con la revista Contorno y la pluma de Ismael Viñas, que estamos frente a “la Traición de los Hombres Honestos”. Cobos dice que lo juzgará la historia, pero en realidad lo estamos juzgando nosotros, que aún no somos historia, momento a momento. Ya hay “cobosmanía” y “cobosfobia”. Curiosamente, hasta el momento en que se escriben estas líneas, nadie ha puesto en duda la figura de Cobos como la de un “hombre honesto”, un radical clásico que no habría evolucionado, como su partido, hacia el más rancio conservadurismo provincial sino que se habría instalado en una posición de progresista del interior, o, en otros términos, un radical K. O, agregaría yo, un compañero de ruta reformista. Porque intuyo que después del conflicto que de una forma o de otra llega a su fin, vamos hacia la conformación de un bloque conservador que se enfrenta a un gobierno reformista precisamente para bocharle las reformas. El problema es que el bloque conservador llegó a morder los tobillos del gobierno reformista. Así, me parece, quedó la cosa.

Sobre esta configuración se agrega toda la discursividad atronadora de estos últimos cuatro meses, con sus marcas salientes de racismo y clasismo (clasismo en el peor sentido, se entiende) casi inéditos. Y en este campo discursivo y como colofón de la semana que pasó, se ubica el voto de Cobos, anunciado eufemísticamente como “un voto que no es positivo”. Podría pensarse que ese voto en nombre del consenso y el diálogo fue la réplica del otro hecho trascendental de estos días, que quedó curiosamente opacado por el Cobos affaire: una multitud en la calle, partida en dos, fue tapada por la sombra de un solo hombre.

Ahí –en esta intersección de multitud y Hombre solo en la madrugada–- creo que reside la clave del presente y del futuro. El voto del hombre honesto es la expresión condensada de una forma apolítica de hacer política, con la bandera argentina y el celular, con la indignación moral y la convocatoria cívica. No sé si en términos estrictos existe aún la oligarquía, pero la burguesía asentada en la prosperidad económica sí que existe y se viene manifestando hace más de 120 días para decir que no quiere que el Gobierno que les dio el crecimiento económico les imponga un estilo o, si se quiere, una estética, a la que rechazan visceralmente. Y ese estilo, esa estética, no es sólo la mentada “confrontación”: es la política expresada en términos históricos de militancia. Lo que se confrontó en las calles el día previo al nacimiento de Cobos, fue la política apolítica y la política militante. El silencio y el ruido. Y no lo voy a decir en los términos estrechos y un tanto cómodos, si se me permite, de los que mentan al gorilismo a cada instante. No se trata meramente de peronismo y antiperonismo (fórmula que obviamente está incluida pero no es decisiva).

Esa tarde tan soleada del invierno, la militancia como concepto y modo de entender la política (con sus errores, limitaciones y viejas mañas incluidos) vivió unas horas tan gloriosas que no extraña que suenen a final de época. Pero no debería ser tan grave.

El voto de Cobos, el hombre honesto de la moral media, cristalizó los valores de la política apolítica que existe y demostró que puede organizarse en un finde y mediante el celu. Creo que la militancia es el único camino que queda, y que su recomposición a todos los niveles –sindical, político, estudiantil, cultural e intelectual– es una tarea colectiva. La única condición es no defraudarla, no traicionarla.

Ni en nombre de la honestidad ni en nombre de la ciega lealtad.

domingo, 20 de julio de 2008

Un día de domingo

Domingo a la tarde, ya no queda diario ni blog por leer. La pregunta que subyace a todas las cosas leídas hoy es qué hacer con los restos que han quedado luego del fatídico miércoles. La respuesta no es tan facil, algunas atisbos aparecen acá, acá, acá y acá. Supongo que habrá muchas más. Demás está decir que el día no es propicio para reflexiones, pero ya me olvido segundo a segundo de la pregunta de los otros días. Lo único que se es que mañana es lunes y comienza otro año. Sólo nos queda decir:
Aux armes, citoyens,
Formez vos bataillons,
Marchons, marchons!
Qu'un sang impur
Abreuve nos sillons!
Y postear este noventoso video :


sábado, 19 de julio de 2008

Luz Negra

Después de una semana bastante trágica, recordamos esta canción que hace llorar hasta a las momias. Así nos sentimos durante varios días, tristes, desconcertados, enojados, casi vencidos. Pero como decía el Subcomandante: la luz, será para los más... Para todos todo.
Esta luz, sin embargo es negra.

Chicos y sin buena defensa

Por Raúl Dellatorre

Las entidades rurales lograron su cometido. Dieron por tierra con la fatídica Resolución 125 y todos los agregados posteriores. Un “enchastro”, diría el dirigente entrerriano Alfredo De Angeli, que condenaba a la quiebra a los pequeños productores. Ahora “hay más tranquilidad, la gente estaba angustiada”, al decir del vicepresidente Julio Cobos. A los productores de soja ya no se les descontarán retenciones móviles de hasta el 55 por ciento, como hubieran pagado si el precio de exportación se elevaba por encima de los 600 dólares y su producción fuese superior a las 1500 toneladas en la presente campaña. Pero a los productores de hasta 300 toneladas, el descuento de retención que les correspondía, según el proyecto que el voto de Cobos volteó en el Senado, era del 30 por ciento, ya que el excedente sobre ese porcentaje se le devolvería por compensaciones. Y además, si estaba ubicado a más de 400 kilómetros del puerto también iba a recibir una compensación por mayor flete. Todo eso lo perdió. Entonces, ¿el productor a pequeña escala perdió y el grande ganó con este resultado? Así es, irrefutablemente.

No es una cuestión de apreciaciones, sino de números. La retención fija del 35 por ciento, vigente desde el 7 de noviembre de 2007 hasta el 10 de marzo de 2008, que volverá a regir ahora, es igual para todos los productores sojeros sin discriminación de tamaño. La retención móvil del proyecto de Diputados también la hacía fija para los productores de hasta 300 toneladas, pero en el 30 por ciento, y para los de 300 a 750 toneladas, en el 35 por ciento. A unos y a otros les concedía la compensación por flete en zonas extrapampeanas. Los medianos extrapampeanos perdieron el beneficio por flete. Los chicos perdieron todo: por flete algunos, y cinco puntos de retención, todos.
En la noche del miércoles, cuando todavía quedaban más de quince senadores en la lista de oradores, Eduardo Buzzi se atrevió a reconocer ante los micrófonos que el proyecto que se estaba debatiendo mejoraba la situación de unos 40 a 45 mil productores respecto de la vigente al 10 de marzo (49.300, según la estadística que se manejaba en la Cámara de Diputados). Pero, como tantas otras veces, Buzzi planteó que “no es suficiente”. Hoy puede decirse que esos 40 a 45 mil, o 49.300, resignaron esa mejora, como resultado del “triunfo del campo”, es decir, del rechazo al proyecto oficial.
En cambio, los que ganan sin discusión son los grandes productores. Estaban pagando tasas de retención del 46 por ciento, y hubieran llegado al 50 por ciento o más en caso de volver a subir la soja. Gracias a la “derrota” del proyecto oficial, ahora no pagarán más del 35. Son, según cifras oficiales, poco más de 4500 productores que explotan las tierras más fértiles del país, o pools de siembra que alquilan la tierra desplazando a pequeños productores de su lugar de trabajo, para realizar la explotación a gran escala.
Es lógico que Buzzi pida a gritos ahora, al igual que Cobos, la discusión de “una nueva ley que recoja las distintas ideas”. Es decir, con retenciones móviles pero a escala más baja que la que llegó al Congreso de manos del Ejecutivo. Si no se corrige el perjuicio para los pequeños productores, ambos –al igual que los demás miembros de la Mesa de Enlace– podrían quedar “escrachados” como los sorprendentes mentores de una transferencia de ingresos desde el bolsillo del pequeño productor a la cuenta bancaria de un gran terrateniente. Llambías y Miguens no tendrán que dar tantas explicaciones, ya que su “platea” se compone más de grandes que de pequeños productores.
Para ingresar un nuevo proyecto de ley de retenciones móviles al Congreso, las entidades rurales y el propio Cobos necesitarían de cierta complicidad, o mirada al costado, de todo el mundo. Por reglamento del Congreso y normas de la Constitución Nacional, por el presente ejercicio no se podría insistir con el mismo tema, porque el Senado lo rechazó sin hacer modificaciones. No sólo con el mismo proyecto, sino con ningún otro sobre el mismo tema.
Cobos terminó su alocución cuando votó con la frase “mi voto no es positivo”. Al menos, para los pequeños productores sojeros, es literalmente así.

A ver si logramos entender algo

Por Damián

Ciento veinte días de conflicto generados a partir de un decreto justo y legítimo, millones de horas de TV, miles de blogs leídos con pasión, no quedó diario de la Argentina y el mundo sin revisar todos días. Transmisión en vivo y en directo de las sesiones de de HCdeDip. y de Senadores, aguantar incluso los discursos de Menem, de Rodríguez Saa, de Reutemann, de Romero , del socialismo que uno quería que ganará en Santa Fe, por que era una oportunidad histórica y blah blah blah; llegar hasta el final de la noche, el pedido de Cleto de un pase a Cuarto intermedio, para seguir a la mañana siguiente, retorcerse las tripas con la Estensoro apoyando el pedido de consenso, y de Rossi, el Senador por el Frente Nuevo Cordobés haciendose el estadista, los nuevos devaneos de Cobos, que eran demasiado increibles. El voto-traición.
Soñar con Cobos, toda la noche, una horrible pesadilla. Miles de horas de lecturas posteriores, de anonadamientos, de darle la vuelta a la cosa, de ver que ven los otros para ver si ven cosas que uno no ve.
Hoy releyendo una revista que suele acertar en casi todo lo que publica como título de tapa; me di cuenta que si ellos no lo sabían, ya estábamos muy mal, que qué quedaba para nosotros: si el pesimismo teórico y el optimismo práctico, o uno; u otro. El título lo dice todo, y es a pesar de todas las reflexiones que uno trata de llevar a cabo, una pregunta que a veces golpea demasiado profundo, demasiado existencial.

La Derecha Supersticiosa, Mística y Megalómana

Por el Nerd Progre

Artemio López se sorprende por acá al descubrir que la Pitonisa Carrió -tan parodiada y vilipendiada aquí en Nerd Progre- en realidad, una vez, la pegó .Como dice Diego F. de Mundo-Perverso por acá, la táctica y estrategia de la pitonisa venía siendo pronosticar vaguedades, e ir pateando la fecha -algún día la iba a pegar con algo- ... dice Diego: "En fin, si todos los días me levanto y digo "va a caer granizo" y persisto, probablemente algún día caiga granizo y diga "ahhh ¿vieron? yo les dije que iba a caer granizo". El problema es que la moisesa chaqueña no está hablando de granizo sino del futuro del país, afectando cláramente el humor social. Tiene a quien la quiera escuchar en la situación que ilustra el post, en donde siempre estamos al borde del colapso y todo está por desmoronarse (y, por supuesto, ella es la profeta mística que nos guiará hacia la luz). ". Pero ete aquí que la última vez dijo "a fines de Julio vamos a ser todos muy felices", lo cual si lo pensamos detenidamente podía significar cualquier cosa... Opcion #1: que se caía la "tirania" de los Kirchner -según sus palabras- u Opcion #2: que se solucionaba el conflicto. Fuese lo que fuese, GANABA la futuróloga. Solo tenía que pasar ALGO en Julio ... para bien, o para mal. Y ella podría decir "yo les dije! a fines de Julio!". Bueno, estamos a 18, 19... tampoco es TAN fin de Julio... pero la pegó, algo pasó y se cayó la resolución 125. Igual para mí "fin de mes" es del 23 en adelante, la última semana..... pero bueno... TODAVIA FALTAN 10 días ... todavía puede llovernos más felicidad!!. ;-) Esto me hizo pensar: ¿QUE PASA CON LA DERECHA ARGENTINA Y LA MISTICA, LA SUPERCHERIA, LA PSEUDOCIENCIA? Nerd Progre tiene una exclusiva:
¡¡Vuelve la derecha mística!! ¡¡La que tal vez nunca se fué!!.

1. Fernando Gelbard comentaba en un documental/película sobre su padre el ministro Jose Ber Gelbard como "el brujo" agarraba los pies de el cadáver de Eva Duarte y pretendia traspasar a Isabel "la energía vital" -o algo por el estilo- de Evita a Isabelita. (!)
2. Después están los hermanos Macanas de San Luis.... con el Alberto y sus supuestos contactos con el planeta Xilium...
3. No olvidemos a cierto "Faraón de Anillaco"... ese de "quebracho y algayobo".. que tenía tarotistas varias y una bruja famosa, además de decir que creía en la reencarnación. (por favor, que se vaya pronto y vuelva en SAPO, ¡en SAPO! - y por favor ¡que tenga que cruzar la ruta 9!).
4. Hace unos meses tuvimos un tenebroso artículo del diario La Nación que con sus editoriales místicas reclama poco menos que un castigo divino a los malos gobernantes, significados por el humo y la ceniza que aquejaron a la Ciudad como un designio de los cielos.
5. Ahora por si todo esto fuera poco y después de las declaraciones místicas de la pitonisa Carrió, y el posterior triunfo de "El Kempo", tenemos por acá el bloguista "destructor de mitos" que cita a nada menos que Benjamín Solari Parravicini para hablar de "la Argentina post-K" citando a Parravicini quien habría dicho "La Argentina no podrá ser comunistada (!) gracias a la clase media". De esta apoteótica y certera definición fáctica, el bloguista concluye que, bueno, eso fué lo que pasó en el país en estos días. (!!)
Como ven... muy seria y racional la derecha... alejada de toda superstición y fundada en la racionalidad y la ciencia. (!). ¿Será por eso que un conocido ministro de economía de los 90 había mandado a los científicos argentinos "a lavar los platos"?

viernes, 18 de julio de 2008

Si este no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está?

Gracias a Mundo Perverso podemos hacernos una idea de las joyitas que integran el polo opositor al oficialismo, que con sus defecciones y traciones y cobos, perdón, y todo, es más homogéneo que lo que aquí vemos.


Todo mezclado
by todomezclado

Volveremos y Seremos Móviles

Por Un Día Peronista

Un día como hoy pero hace un par de días, el Senado decidió que algunos terratenientes multipliquen sus fortunas en el corto y mediano plazo a costa de que los alimentos del resto de los argentinos queden a precios internacionales. El lobby de la Sociedad Rural y el resto de las entidades agropecuarias, más la vetusta corporación política de la mano de un impresionante e inédito despliegue mediático de desinformación lograron ganar la rosca en la Cámara Alta y además convencieron a algunos sectores de la clase media para que apoyen una ley contra sus propios intereses.
El mismo Congreso votó hace no muchos años varias leyes parecidas, entre ellas el descuento del 13% a los jubilados, estatales y a los docentes y la flexibilización laboral que le quitaban brutamente derechos elementales a los trabajadores. Esto no es otra cosa que un capítulo más en la historia de injusticias contra el pueblo. El interés del pueblo estaba clarito como el agua: algunos lo defendieron y otros no.
Pero no hay mal que por bien no venga. Ahora ya sabemos quién es quién. Sabemos quiénes traicionaron, quiénes se vendieron pero también sabemos quiénes no lo hicieron y apoyaron las retenciones móviles por convicción e ideales.
La profundicación del rumbo nacional y popular del proyecto iba a generar esta "depuración" en algún momento. Era inminente, de manual. Que haya sido hace un par de días y no en otro momento es algo que no se se puede preveer del todo nunca. Nosotros jugamos pero la derecha también juega.
El desafío, a partir de hoy, no puede ser más lindo. Convencer al Pueblo de un proyecto bazado en la Justicia Social y en la felicidad del conjunto de los argentinos. Pero ahora sin intermediarios. Sin alianzas especuladoras -necesarias en otra circuntancia-, sin acuerdos con empresas de comunicación que apoyaron y se beneficiaron con los golpes de Estado, sin oportunistas.
El campo nacional y popular está mucho más vivo que hace un par de días. Se fueron los que se iban a terminar yendo tarde o temprano y ahora van a venir los que no estaban porque no se iban esos mercenarios. Ellos son todo lo que mostraron, nosotros somos todos los demás.
En el `55 nos ganaron y la "depuración" la tuvimos que hacer fuera del gobierno y con persecuciones. La resistencia peronista vió a todos los que abandonaban ideales y arreglaban con la libertadora y con los gobiernos que ganaban las elecciones porque los peronistan no nos podíamos presentar. Ahora no nos pudieron ganar. Nos tiraron con todo lo que tienen y sólo llegaron a comprar a legisladores que se dejan comprar si es por un buen precio.
Las verdades tan evidentes no se pueden ocultar por mucho tiempo. En fin, otro día peronista con gorilas sueltos...

Como Cleto: con el corazón y el cerebro divididos

Por Mendieta, el renegau

Sigo con las ideas sueltas. Ahora voy a mezclar sensaciones, emociones e ideas. Algunas desde el rol de militante, otras desde el rol de analista comprometido con un proyecto (Aclaro: sí, estoy comprometido con el proyecto del gobierno mucho más que ayer. Soy de Racing. ¿Estamos mal? Más cantamos)

1/Siento una gran bronca conmigo mismo. Y un cacho grande de vergüenza también. Por lo que no hice, no pude hacer o no quise. Por no jugarme antes. Y, sobre todo, porque de vez en cuando me pongo “progresista”, esto es, la miro de afuera. Me pongo crítico públicamente, es decir, acá. (No tengan dudas que sería igual o más crítico aún si tuviera un ámbito de militancia orgánica, pero no lo tengo y catalizo en el blog). Y entonces mi ranking de calentura está encabezado por mí mismo, sigo con los senadores y diputados “oficialistas” que no acompañaron y sigue por los “progresistas” siempre tan bien intencionados, puros, morales, impolutos, preciosistas. Los Lozanos, los del ARI de Tierra del Fuego, ponele. ¿Son malos? NO. Esto no se trata de bondad o maldad, de un fundamento último moral. Se trata de lucha por el poder y de definir para qué queremos ese poder. Es como cuando critican a Kirchner porque no le “creen” sus posturas con respecto a los DDHH. ¿Y a mí qué carajo me importa si lo hace por convicción o conveniencia? Lo hizo. Chau. Muchos radicales tenían convicciones más profundas con respecto a este tema que más de un PJ, pero se la comieron calladita cuando se la tuvieron que comer. (El caso de Buzzi es diferente: es, hasta tanto no decida lo contrario, un dirigente gremial y, por ende, defensor de los intereses de sus dirigidos. No tiene por qué pensar en el bien de las mayorías, sino de las mayorías de sus dirigidos).

Estoy caliente con esos que, en aras de la búsqueda de lo perfecto, se bancan sin mayores tensiones internas haber terminado junto a la SRA, Llambías, Macri, Carrió, Lopez Murphy, Menem, Bullrich. Y con estos no tengo nada de bronca. Uno tiene bronca, y decepción, de aquellos de los que espera algo bueno: los Raimundis, los Macaluses, los De Gennaros. (Ya que estamos: no tengo ni la más mínima duda que si Germán Abdala hubiera estado vivo, ayer estaba bancando en la Plaza del Congreso. El mismo grado de certeza en que si no hubiera fallecido nunca hubiéramos hecho una alianza UCR-Frepaso. Los buenos se mueren antes, la concha de la lora).

También me da bronca, y vergüenza, que, mientras Cobos votaba de acuerdo con su corazón, con sus convicciones más profundas y quedara como un paladín demócrata ante la opinión pública (esa tiranía de la post-modernidad, ese clientelismo inconcientemente comprado por las clases medias), Pichetto se incinerara de odio desde su banca ante esa misma opinión pública. Me brota algo así como esto: “Cobos sufrió en vivo su humanidad y eso genera una humana corriente de simpatía. Pichetto quemaba las naves –sus naves- delante del país”. Cobos es un buen(?) tipo. Pichetto , ayer fanático menemista, hoy fanático K, un hombre de Estado. Me da bronca tener que reconocer-me esto, también.

Listo, me saqué la leche y la amargura. Ahora es momento de corazón caliente y cerebros fríos.

2/ Mantengo lo dicho esta mañana. Espero que a Cobos no lo quieran sacar a rebencazos los dirigentes, aunque muchos de la bases sí. Y no por reconocer en Cobos todas las pelotudeces elogiosas que ahora inundan las radios y la TV. Por otra cosa: porque en este momento es lo que más nos conviene para ganar un poco de aire, levantarse de la lona, apoyarse contra las cuerdas y recuperar aire. O sea: no lo digo por moral, sino por interés.

3/ Hoy hablé, personalmente, por teléfono o por los blogs, con un montón de compañeros. Llamé y me llamaron. Tengo la sensación que, los que estamos afuera de los ámbitos decisorios -en la coyuntura- tenemos una inmensa necesidad de amucharnos, de estar juntos, de apoyarnos, de contenernos, de darnos fuerzas y compartir pesares. Somos compañeros. Eso, no otra cosa, es ser compañeros. Desde aquí mi grano de arena con todos los que se sientan así.

4/ Así como nosotros tenemos que amucharnos, el Gobierno y el oficialismo deben abrirse. Si algo queda claro es el fracaso de la mesa chica, del encierro cupular, de Puerto Madero. Ojalá lo entiendan. Por su bien, claro, pero sobre todo por el del país.

5/ Acá la bomba analítica. Casi que me da miedo escribirlo, pero bue.

No descarto que Cristina patee el tablero. Si fuera a asumir una postura “racional” no hubieran tardado tantas horas en aparecer y decir lo que casi todos (en la opinión pública, claro) están esperando que diga: “aceptamos lo de Julio, por eso somos plurales, etc. etc.”. Están tardando demasiado. Y eso me preocupa y me inquieta. Algo están tramando y temo que sea jugarse el todo por el todo: renunciar, generar un conflicto institucional de proporciones muchísimo más elevado que el actual y obligar, producto de la crisis, a llamar a una nueva elección. Y que sea lo que el voto popular, y no las encuestas y los medios, decidan. Eso también sería democrático, ¿no?

Ya sé, es una locura. Pero si algo me queda claro es que los argentinos somos bien locos.

Así nos empernó Cobos

Gracias La Barbarie

jueves, 17 de julio de 2008

HAPPY BIRTHDAY TO YOU Cleto - (O la hora del cipayo)

En la película de Héctor Olivera filmada en 1974 sobre el libro “Los vengadores de la Patagonia Trágica” con guión del propio Bayer y Fernando Ayala, hay un buen números de escenas que quedarán grabadas en la retina de los que tuvieron la oportunidad de verla como excelentes metáforas y efectivas herramientas para sintetizar, no solo aquellos momentos terribles, sino también los que corran en el presente. El cine argentino es rico en esto sino recordemos a Brandoni en Esperando la carroza, cuando llega a una villa miseria siendo mano de obra represiva a buscar un pariente y sale luego de encontrarlo comiendo una empanada y diciendo “pobre gente, solo tenían dos empanadas para comer”. Pero volviendo a la Patagonia Rebelde hay un momento justo en que Héctor Alterio encarnando al teniente General Zavala es festejado por los terratenientes patagónicos y comerciantes afines cantándole el feliz cumpleaños en inglés. La expresión de Alterio refleja lo que dicen que Zavala sintió en esa oportunidad, una especie de desasosiego, un darse plenamente cuenta que había consumado una traición a su patria. Esa traición que arrasó con la vida de cientos de trabajadores rurales, explotados, desheredados, sin tierra, de la manera más sanguinaria conocida hasta el 76 donde la crueldad y la sed de sangre compañera superó todo lo vivido anteriormente, se había consumado en pro del orden y la tan mentada pacificación. La pacificación basada en la unión y el olvido de las diferencias que esgrimió anoche el senador innombrable para aprobar todos los indultos a los asesinos de la dictadura mientras era presidente y que también terminó esgrimiendo Cobos para asestar la puñalada en el pecho de los intereses de campo popular. En relación a los pacificadores hay un poema de Benedetti que dice “El que pacifique a los pacificadores un buen pacificador será”. Así en el momento justo que a Zavala lo estaban festejando sus amigos terratenientes y los políticos afines algo en el alma del militar le dijo que se había equivocado. Que la patria no era eso. Que no se puede ni se debe confundir a la patria con los patrones de estancia. En manos de un gobierno democrático y aparentemente popular el había servido como herramienta de destrucción de los únicos hombres y mujeres capaces de sostener los intereses de la nación por encima de los intereses personales “los trabajadores”. No nos quedan dudas que este es el momento de Cobos, el radical timorato, el mismo momento de aquel militar cuando oye a los cruzados rurales festejar su voto y decir al líder de la CRA -Llambías- “ Cleto se comporto como un verdadero patriota”. Pero esto era Cobos acusado de traidor por su propio partido y luego con pedido de expulsión del mismo, finalmente ahora traidor a la causa nacional y popular, nos hace recordar la vieja frase de Georges Benjamín Clemenceau, “Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
Porque si hay algo que el señor vicepresidente deberá saber, tarde o temprano, que no fue al comando peronista ni a un grupo de funcionarios a los que les resto su apoyo. La verdad es que este señor nos ha dejado solos a nosotros a los trabajadores y sectores empobrecidos o humildes del quehacer nacional, que a partir de ahora deberemos pagar un litro de leche como si compráramos una vaca entera. Y ni hablar del lomo que el Minga entrerriano celebra se pague ochenta pesos, sino del simple bife que más que un corte popular se va a transformar en un corte de palacio. Ni hablar de los peligros que ya parecieran inevitables de la sojización que insoslayablemente harán de este país un país insustentable en el aspecto ecológico económico y hasta diríamos político, si todos entendiéramos que la estabilidad de los poderosos y sus intereses económicos, el festejo de la sociedad rural, y sus socios es como la paz de los cementerios. Y en los cementerios, ya se sabe, ni se come, ni se cura, ni se educa.

Por todo lo expuesto hasta el momento, nuestra organización la Asamblea por la Democracia invita a construir un espacio plural en el que confluya el potencial de nuestra ciudadanía y nos ayude a desandar un camino válido que integre las voces del campo popular y finalmente de la batalla que estamos esperando. Por supuesto que ante las actuales circunstancias y luego de esta derrota nos quedará analizar sus causas y advertir las consecuencias previniendo que la tarea será ardua y el sendero que recorramos lleno de obstáculos y traidores.

Asamblea por la democracia

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