Quiénes somos; qué pensamos

Un grupo de compañeros no docentes pensamos que pasados ya 10 años de la creación de la Universidad Nacional de Villa María es hora de que nuestra representación sea canalizada de manera seria, responsable y eficiente.Creemos que nos esperan arduas tareas y nos lanzamos a afrontarlas plenos de determinación, de fe en la capacidad y decisión de los compañeros, de confianza en el seguro éxito de nuestro trabajo. Esperamos que a partir de nuestra gestión ya no haya sacrificios vanos, esfuerzos desperdiciados, esperanzas frustradas. Sabemos por qué y cómo peleamos, contamos con las herramientas básicas que necesitamos, sólo nos resta afilarlas, mejorarlas incesantemente y ser cada día más hábiles en su empleo.Pensamos que un gremio no es ni nunca más debe ser una entidad en la cual algunos logran beneficios personales contra el malestar de muchos. Nos genera repulsión la consabida historia de los dirigentes ricos y las bases trabajadoras luchando por sobrevivir. Estamos convencidos de que es posible una representación genuina de nuestros intereses como sector y de los intereses de la comunidad universitaria en cuanto participamos del gobierno de ésta y a ello nos abocaremos con la mayor predisposición y empeño. Nuestras acciones se encontrarán orientadas a la defensa de las tres cuestiones que consideramos básicas y fundamentales: los derechos de los trabajadores; la igualdad de oportunidades; y por un país justo y solidario.

martes, 12 de agosto de 2008

Apología del Delito

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, acusó hoy a la activista defensora de la dictadura militar, Cecilia Pando, de "apología del delito" por los agravios que ayer dirigió contra el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y evaluó como "muy conveniente" la derogación del Código de Justicia Militar, concretada en el Senado. Sobre la derogación del Código de Justicia Militar que sancionó ayer el Senado y que obliga a los miembros de las Fuerzas Armadas a someterse a la justicia ordinaria, Carlotto consideró "un avance muy importante después de 25 años de mandatarios elegidos democráticamente". En declaraciones a Télam, la titular de Abuelas consideró que "todas las medidas de gobiernos no constitucionales deben ser revisadas y puestas en el contexto de una democracia del siglo XXI" y celebró que con la derogación quede también anulada la pena de muerte que establecía el Código. Consultada sobre los agravios que recibió el secretario de Derechos Humanos ayer en Corrientes durante el juicio contra cinco represores por violaciones a los derechos humanos por parte de Pando, Carlotto calificó a la activista como una "persona peligrosa" y pidió a la justicia que "actúe como corresponde". "O está demente (Pando) y debe ser internada o debe ser llevada a los tribunales por apología del delito", dijo Carlotto sobre la conducta de Pando cuando gritaba y amenazaba a Duhalde con el gesto de pasarlo a degüello. Carlotto pidió que la activista defensora del terrorismo de Estado "no tenga privilegios" y se quejó al apuntar que "si esa actitud la tiene un joven integrante de una organización de derechos humanos lo detienen". "Espero que la justicia tome medidas porque no se puede dejar pasar como si nada a una persona que representa a otros en una asociación que se formó defendiendo a los militares", expresó al aludir a la pertenencia de Pando en la agrupación Unión de Promociones.

lunes, 11 de agosto de 2008

La Estrella del Pueblo



Boomp3.com

Obra de Teatro 06/09/08


Fuera de catálogo” nace de la inquietud de los actores que la interpretan. De la necesidad de decir algo propio pero a la vez social. Del interés por dar cuenta desde el escenario de una de las etapas más oscuras de nuestra historia argentina: la dictadura militar iniciada en 1976. Fuera de catálogo no se mete en el ojo de la tormenta para gritar desde allí el horror, sino que prefiere abordar el tema desde la periferia de una historia mínima: la del amor de Esther, por unos libros que entonces se presentaban como una peligrosa amenaza.
La puesta en escena se hace cargo de la génesis de la obra y es por eso que podemos ver a los actores en su tarea: armando y desarmando escenas, cambiándose de vestuario, haciendo algún comentario tras bambalinas...
Los actores cuentan la historia de Esther y asumen un compromiso doble: el de dar cuenta de ella y el de mostrarse en la vulnerabilidad de su trabajo; son dos seres que quieren compartir con otros una mirada de la Historia y eligen para eso el camino del arte, del teatro...

El presidente más legítimo

Por Gabriel Puricelli *

En 26 años de elecciones democráticas, nunca un presidente boliviano tuvo que hacerse elegir dos veces. Un ejercicio contrafáctico plausible indica, asimismo, que –de haberse visto en esa situación– ninguno hubiera logrado sobrevivir a un referendo revocatorio, ya que los bajos porcentajes obtenidos al ser electos los hubieran transformado en un blanco sencillísimo. Desde ese punto de vista, la ratificación de Evo Morales es una proeza histórica, aun si los números finales no indicaran, como lo hace el conteo rápido, que el porcentaje alcanzado lo aproxima a una mayoría de dos tercios de los votantes. En una región acostumbrada, a lo largo de dos décadas de normalidad electoral, a que los desafíos de gobernar se devoren el apoyo popular a los presidentes (en especial cuando promedia su mandato), el líder boliviano se destaca con un brillo propio.

Someter su mandato a ratificación fue una opción audaz y autónoma del gobierno del MAS, aunque (y sin que esto signifique paradoja alguna) se puede decir también que se vio obligado a demostrar por segunda vez la legitimidad de éste, frente a una oposición que se ve a sí misma (y en buena medida lo es) como un régimen depuesto destinado a ser restaurado, y no como un futuro gobierno potencial, como debería ser si tuvieran alguna forma de adhesión al ideal democrático.

Combinado con la revocación del mandato de un ex y posible futuro candidato a la presidencia, como Manfred Reyes Villa en Cochabamba, el saldo a favor del MAS y sus aliados es ampliamente positivo. No habría más que decir (no existe otra instancia a la que apelar, en democracia, que no sea el veredicto del soberano), si no fuera porque esa lealtad democrática está ausente en muchos líderes de la oposición, incluidos algunos de los prefectos también ratificados ayer. Ello implica que la ventaja decisiva, pero coyuntural, que el gobierno doblemente legítimo de Bolivia tiene desde ayer, deba ser aprovechada en un plazo brevísimo para cerrar el proceso constituyente y para poder dedicarse a las tareas de reivindicación social de las mayorías y de desarrollo económico que sólo han sido alcanzadas de manera incipiente.

El resultado de los referendos debería obligar también a los vecinos de Bolivia (en particular a Brasil, pero también a Chile y Argentina) a hacer todo lo mucho que están en condiciones de hacer para ayudar a que un gobierno tan plenamente soberano como el de Morales pueda terminar de deshacer el nudo del atraso, que también puede identificarse bajo los nombres del despegue energético y del fin de la mediterraneidad.

* Cocoordinador, Programa de Política Internacional, Laboratorio de Políticas Públicas.

domingo, 10 de agosto de 2008

Festejos del Día del Niño en APUViM

Aguante el EVO!!!!!!!!!!!!!!!!


Por Ramble Tamble
Reiteramos un viejo post de Ramble realizado en el año 2006. Así dejaba al país la ultraderecha hoy separatista boliviana, tras la rapiña secular. Porqué Bolivia necesitaba su Evo .
"Según datos del INE extraídos del Censo Nacional del año 2001 la población de Bolivia asciende a 8.274.325 personas de las cuales el 37% reside en zona rural . Desagregada por condición de origen, el 50,1% de la población es indígena y en la zona rural el porcentaje de originarios indígenas asciende al 73%, mientras en las regiones urbanas los ciudadanos de este origen representan el 36% del total poblacional. El predominio indígena desagregado por departamentos es muy notable en Chuquisaca, La Paz, Cochabamba ,Potosí y Oruro donde representan más del 60% de la población, para caer en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando donde los ciudadanos indígenas representan el 22% del total poblacional. Dicho esto, y en un contexto donde la economía boliviana crece a un ritmo del 3,5% trimestral promedio desde el primer trimestre de 2003, al analizar la situación ocupacional de Bolivia, las condiciones de empleo que generaba el crecimiento económico previo a la llegada de Evo Morales a la presidencia eran muy precarias. Según datos oficiales del INE, sobre el total de la Población en edad de trabajar esto es 6,4 millones de personas, solo están activos 4,4 millones de los cuales, adicionalmente 260.000 personas están desocupadas con lo que resulta que el 36,4% de la población en edad de trabajar estaba inactiva o desocupada. Otro indicador de alto impacto social es la extensión de la pobreza por ingresos. En ese sentido el el 64,2% de la población boliviana esta por debajo de la línea de pobreza moderada o línea de pobreza para la nominación argentina , que en Bolivia supone recibir ingresos menores a los 289,55 bolívares mensuales per cápita. La intensidad de la pobreza crece en las zona rurales de predominio indígena (73% de la población rural es indígena) donde alcanza al 82,07% de la población total, esto es que sobre 3,2 millones de residentes rurales, 2,6 millones son pobres. En rigor, se puede concluir que en la zona rural de Bolivia , la totalidad de la población indígena que asciende a 2,5 millones de personas es pobre. Peor aún, el 36,5% de la población boliviana general, 3,1 millones de personas son indigentes, se encuentran con ingresos por debajo de los 157,48 bolívares mensuales per cápita, esto es por debajo de la línea de sobrevida calórica mínima. Si se desagrega la situación por áreas urbano/rural, se observa que en el área rural, donde el 73% de los residentes son de origen indígena, el 54,9% de los residentes son indigentes, por lo cual proyectando se puede inferir que si se desagrega la población total boliviana, el 65% de la población de origen indígena esta en condiciones de indigencia , con riesgos de sobrevida. Se trata de 2,6 millones de personas de origen indígena de los cuales 1,1 son niños menores de 15 años que viven en la extrema pobreza y no acceden a los ingresos suficientes para la sobrevida calórica mínima. Sobre la situación alimentaria de los menores, producto de la alta carencia de ingresos antes de la llegada de Evo, el 50% de niños entre 6 y meses y 5 años de edad registraba distintos grados de anemia, en tanto en las zonas rurales de predominio indígena, la carencia impacta sobre el 56,3% de los niños menores de 5 años. Por otra parte las condiciones de insalubridad y falta de infraestructura básica en que residen estos niños, se patentiza al observar el porcentaje de menores de 5 años que enfermo de diarrea aguda. Según el Instituto Nacional de Estadísticas , el 26,93% de los menores de cinco años enfermó de diarrea aguda para el promedio del país, pero en el área rural donde mas del 80% de los niños son de origen indígena enfermó el 30,7%. Así las cosas, combinando los indicadores de carencia observados, se puede deducir que según datos oficiales, el 65% de los niños indígenas bolivianos menores de 5 años de edad vive actualmente en la indigencia, el 60% está anémico y el 25% de estos niños enfermó en el curso de su vida de diarrea aguda. Finalmente, la precariedad de la situación educativa de Bolivia antes del triunfo del líder cocalero, se expresa con claridad en la proporción de población mayor de 14 años de edad en condición de analfabetismo absoluto (sin lectoescritura). Al respecto, el 20,01% de la población boliviana es analfabeta, 744.846 personas de origen indígena en su mayoría absoluta. Se trata de un índice de carencia en alfabetización un 238% mayor que el promedio latinoamericano de analfabetismo absoluto que para el mismo tramo poblacional asciende al 5,9%. En fin bonito país han construído los blanquitos... es un peligro bárbaro este indio por aca. "

sábado, 9 de agosto de 2008

Que increible hijo de re mil put...

Brutales asesino que disputan ante las cámaras en que lugar el comunismo internacional nos iba a atrapar. Es demasiado triste ver como Bussi dice que Tucumán era el epicentro de la lucha contra el comunismo internacional, y días atras Menéndez dijo lo mismo de Córdoba.
Probablemente a este asesino genocida le den perpetua y accesorias, pero no se puede creer las palabras del video. Es increible e inadmisible para nuestra contemporaneidad lo que dice, y es increible pensar que este tipo fue gobernador de Tucumán en la democracia menemista. Sólo nos queda pensar, militar, trabajar cada día para que nunca más sea posible ni siquiera pensar en que un asesino de esta calaña quede libre. Nuestro apoyo a aquellos testigos que están declarando para que este animal asesino vaya al lugar que le corresponde según la justicia argentina, es decir la carcel.

lunes, 4 de agosto de 2008

Viva Tucumán, Carajo! Menos uno...

Mañana comenzará el primer Juicio en Tucumán desde el genocidio: Bussi y Menéndez al banquillo

“No existen dudas que serán condenados por sus aberrantes delitos”/Opinión por Julia Vitar

El inicio del juicio por la desaparición de Guillermo Vargas Aignasse significará el comienzo de uno de los procesos más importantes de los últimos tiempos, tanto para nuestra provincia como para el Noroeste Argentino.

Este juicio, que tiene más de treinta años de demora, tendrá un impacto que se hará sentir en Tucumán, pero también en las vecinas provincias del NOA. Será la primera vez que se juzgue la responsabilidad penal de Antonio Domingo Bussi. Genocida que por aquellos funestos años del Operativo Independencia y la Dictadura Militar, en su carácter de Comandante de la V Brigada de Infantería, comandaba la Sub- Zona 32. Dentro de la delimitación territorial pergeñada por el Ejército, la jefatura de esta Sub- Zona 32 le daba competencia a Bussi sobre todas las acciones represivas ejecutadas en las vecinas provincias de Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Jujuy, siendo su último responsable.

El juzgamiento de Bussi y Menéndez por este caso individual, es realmente un hito histórico en la lucha por los derechos humanos. La sociedad, los familiares, las víctimas, los organismos de derecho humanos, luego de 30 años de caminar las calles tucumanas, argentinas y del mundo en busca de Justicia, podrán ver sentado en el banquillo de los acusados, a quienes hasta hace algunos años, decidían sobre la vida y la muerte de los tucumanos, y caminaban impunemente por las calles pavoneándose de sus delitos. Este juicio demuestra que la espera dio sus frutos: los represores tendrán derecho a un juicio justo, llevado adelante durante la democracia, y siendo beneficiarios de todas las garantías del debido proceso.

No existen dudas, como lo dijo uno de los hijos de Bussi, que en pleno uso de su, derecho a la defensa, serán condenados a pagar condena por sus aberrantes delitos. Y porque no existen dudas de que las responsabilidades de los dos militares retirados esta más que comprobada en esta y en las cientos de causas que tienen abiertas y aguardan juicio oral, es que esperamos que la Justicia tucumana este a la altura de las circunstancias. Y que siguiendo el ejemplo del Tribunal Oral de Córdoba condenen a los genocidas a Cárcel Común.

La inexorable condena de Bussi por su responsabilidad directa en la comisión de Delitos de Lesa Humanidad, que formaron parte de un Plan Genocida, es un paso indispensable para la construcción de otra memoria histórica sobre lo sucedido en Tucumán, durante la década de los setenta. Una memoria desvinculada de la teoría de los dos demonios, que refleje con claridad que quienes detentaron el poder perpetraron un plan genocida destinado a la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional argentino.

No podemos dejar de señalar que este juicio es insuficiente. Y lo es porque estamos señalando la responsabilidad de Bussi por más de mil desapariciones; porque hablamos de que el Terrorismo de Estado implicó la participación de cientos de hombres de las diferentes fuerzas de seguridad que tuvieron responsabilidad por crímenes de lesa humanidad; porque es necesario que el juzgamiento se realice por centros clandestinos de detención a los fines de demostrar el plan sistemático. En estas circunstancias, que se eleve a juicio oral solamente a dos imputados por un solo caso, luego de más de 5 años de reabiertas las causas por Delitos de Lesa Humanidad, nos habla de una Justicia lenta e insuficiente. Nos habla de como algunas estructuras del Estado permanecen permeables a la impunidad, e impermeables a los legítimos reclamos de justicia... Pero la lucha continúa y no se detendrá hasta que los 30.000 compañeros tengan justicia y todos los responsables cumplan CARCEL COMUN PERPETUA Y EFECTIVA.

(*) Julia Vitar, abogada de Familiares de Desaparecidos de Tucumán (FA.DE.TUC.). Abogada y militante de H.I.J.O.S. Tucumán (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio)

Día del Niño - Sábado 16:30 Hs. Auditorio Rectorado UNVM


viernes, 1 de agosto de 2008

La lucha por el peronismo

Artepolítica

Hubo una vez en que el peronismo fue el hecho maldito del país burgués. En esa época, sus políticas populistas y distribucionistas y la entrega de derechos sociales y políticos a las clases trabajadoras (sobre todo el derecho a la actividad gremial, la madre pecadora de todo mal), sumados a un discurso anti-sistema, hicieron del peronismo la bestia hereje, el demonio que debía ser exorcizado a toda costa.

Hablamos de un momento histórico en el cual las clases propietarias veían en el peronismo el mecanismo que había permitido que las clases populares se soliviantaran y los miraran de frente, que se resquebrajara el orden social en donde unos mandan y otros obedecen; veían en él, en fin, a un movimiento que quiso alterar el orden natural de las cosas, como diría Claudio Escribano.

(Lo curioso, lo que no se alcanza a explicar, es que Perón se veía a sí mismo como garante de un orden social, tal vez más justo, pero no menos jerárquico. Nunca pudo explicarle a la UIA o la SRA que él se veía como su socio, no su enemigo. Porque en último término, el peronismo fue una fuerza conservadora, no revolucionaria. Sobre esto, una hipótesis: en el capitalismo periférico, importa más la mantención de un sistema de jerarquías sociales materiales y simbólicas que la pura tasa de ganancia.)

Así, durante treinta años la principal preocupación de los grupos propietarios (rurales y empresarios por igual) fue desarmar el dispositivo de poder populista, minar o prohibir su base electoral y, sobre todo, desarmar su “columna vertebral” sindical.

Lo fascinante es que en los noventa, y gracias a Carlos Menem, esto cambió. Menem, luego de ganar una elección con toda la retórica y el mensaje populista, tomó el dispositivo de poder peronista (la capacidad de ganar elecciones, la maquinaria “clientelar”, las roscas con los gobernadores, la disciplina legislativa, la verticalidad sindical) y las puso al servicio de la acumulación capitalista.

Es decir, el peronismo neoliberal (llamado por algunos neopopulismo) dejó de ser el hereje para ser el garante del orden, hoy lo que hoy la literatura llama eufemísticamente “la gobernabilidad.”

Hoy por hoy, podemos ver que los noventa fue en un sentido la edad de oro de la acumulación económica: una época en que un partido de masas, movilizante, fuerte, disciplinante, no actuaba en contra sino a favor de los negocios.

Y hoy vemos que hay muchos que sienten nostalgia de esta matriz económico-política.

Los representantes de los negocios hoy no quieren eliminar el peronismo, quieren volver a tenerlo como herramienta.

(Lo cual nos deja una pregunta acuciante. Si el gobierno kirchnerista no ha alterado las relaciones de fuerzas, ha redistribuido de manera limitada, y ha gobernado en alianza con grupos concentrados, si es, de hecho, es un que no plantea ninguna alternativa a la acumulación capitalista, ¿por qué, entonces, ha sido tan frontal y duramente atacado por esos mismos factores de poder? ¿Qué es lo hereje del kirchnerismo?)

Por eso, la crisis política hoy es, en el fondo, una pelea por el control de esa herramienta que es el PJ. No es el intento de superar ni de destruir al PJ, sino el intento de volver a armar la fórmula neoliberal que tan bien funcionó.

Por esto, la salida a la crisis no será nunca a través del republicanismo de Carrió o la socialdemocracia binnerista. Será a través de una nueva reconfiguración pejotista, encabezada por alguno de los delfines del duhaldismo renacido: De La Sota, Reutemann, Schiaretti. Gente que puede gobernar, que entiende cómo son las cosas, que se presentan como pragmáticos antes que ideológicos. Gente que es activamente impulsada por empresarios, ruralista, y medios.

En definitiva, esta lucha es una lucha por ver quién se queda con el peronismo, ese que, en otro momento, fue el hecho maldito del país burgués.

“Los molieron a patadas”

Pagina 12

EL SINDICATO LUZ Y FUERZA DENUNCIO APREMIOS ILEGALES EN CORDOBA

Los gremios se movilizaron en repudio a la reforma previsional y a la represión que sufrieron el miércoles. El plan de lucha continuará con cortes de ruta pidiendo la derogación de la ley. Denuncia gremial ante la Justicia por el manejo de la Caja Jubilatoria.

El sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba denunció que durante la represión del martes integrantes del gremio fueron llevados por la policía al interior de la Legislatura, donde “los esposaron, los molieron a patadas y les martillaron armas en la cabeza”. Uno de los agredidos fue el hijo del secretario general del LyF, Juan Leyría. El joven debió ser internado en un centro médico de la capital provincial, donde le hicieron estudios por los golpes que recibió en la cabeza. El sindicato hizo una nueva marcha a la Legislatura para repudiar la quita en las jubilaciones, lugar en el cual volvió a haber escarceos con los policías. Mañana arrancan con los cortes de ruta para pedir la derogación de la ley.

Los incidentes, de menores proporciones que los del martes, volvieron a ocurrir en las cuadras que rodean el edificio del Parlamento, cuando los manifestantes lanzaron piedras y bombas de estruendo contra la guardia policial y fueron reprimidos con balas de goma. También hubo una ruidosa manifestación frente a la sede alternativa que el gobierno provincial tiene en la ciudad de Río Cuarto, en cuyo interior el gobernador Juan Schiaretti mantenía su habitual reunión mensual de gabinete.

Al volver a la capital, el mandatario tuvo su primer encuentro con la prensa tras la sanción del ajuste. En él convocó a los gremios a dialogar e insistió en que la responsabilidad por la crisis la tiene el gobierno nacional. El mandatario aseguró incluso que si la Anses envía los fondos que reclama, enviará un proyecto al Parlamento para derogar la emergencia previsional (ver aparte). La reforma aplicó una quita de entre el 22 y 27 por ciento a las jubilaciones mayores de 5 mil pesos y puso en marcha un nuevo sistema para calcular el monto de las futuras. Los estatales cobraban hasta ahora el 82 por ciento de un promedio sobre el último año trabajado, pero con las modificaciones a la ley ese promedio se calculará en base a los últimos cuatro años, lo que reducirá los haberes. Con la nueva ley, los estatales perderán también otros derechos, ya que se modificó por ejemplo el modo de computar los aportes extras a los treinta años. Los apremios contra los manifestantes serán denunciados penalmente, según anticipó Leyría. El dirigente detalló que la golpiza fue propinada en la Alcaidía de la Legislatura; “la policía golpeó ferozmente a los compañeros, hasta les martillaron la pistola varias veces a cada uno de los demorados”. En ese marco contó que a su hijo “le pegaron en la cabeza”.

Una acusación de Schiaretti que no tuvo confirmación fue la de que en los disturbios habían participado grupos de “infiltrados” enviados desde Buenos Aires por el kirchnerismo. Algunos funcionarios de su gestión incluso hicieron nombres y señalaron a Luis D’Elía y Hugo Moyano como quienes habrían enviado algún colectivo con manifestantes. Sin embargo, el jefe de la Policía de Córdoba, Alejo Paredes, señaló que hasta el momento no tienen nada concreto sobre el tema. “Había un rumor, pero no pudimos corroborarlo. Hasta el momento no tenemos elementos de prueba de que tengamos infiltrados de otras provincias”, dijo el comisario. También desde los sindicatos se desmintió la posibilidad: “No vimos ningún infiltrado”, sostuvo Santiago Clavijo, de Luz y Fuerza.

Como parte de las acciones gremiales en contra del ajuste, los sindicatos que nuclean a los trabajadores del Estado presentarán ante la Justicia recursos de amparo denunciando la “inconstitucionalidad” del recorte, que afecta derechos adquiridos. Ayer realizaron además una denuncia penal contra los funcionarios a cargo de la Caja de Jubilaciones desde el 2004 hasta la fecha, a quienes acusaron de administración fraudulenta ante la Fiscalía Anticorrupción.

La denuncia, que abarca los tres últimos años de gestión de José Manuel de la Sota y la actual de Juan Schiaretti, señala que los funcionarios no presentaron jamás un balance de la Caja y desviaron el fondo complementario. Ese fondo es un aporte extraordinario del 7 por ciento que debieron resguardar en una cuenta especial pero que según los gremios “lo despilfarraron en gastos corrientes”.

A partir de mañana los estatales realizarán cortes de ruta en la localidad de Sinsacate, punto donde durante el lockout agrario los ruralistas instalaron uno de sus piquetes, con el apoyo y la protección de Schiaretti. Los gremios quieren marcar que este respaldo a los intereses sojeros, y su contraste con la quita a los jubilados, es un factor que agravó el mal clima social en la provincia. Con el plan de lucha los estatales apuntan a que la ley aprobada el martes sea derogada, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.

miércoles, 30 de julio de 2008

Protesta de Gremios Estatales en Córdoba Ante el Ajuste

Página 12

Pasadas las 12.30 continuaban los choques entre manifestantes, nucleados en gremios estatales, y la Policía cordobesa, mientras la Legislatura comenzó a sesionar para aprobar la polémica reforma previsional.
En un panorama de comercios destrozados y vidrieras rotas, el oficialismo estima que pasadas las 16.30 podrá votar el proyecto del gobernador Juan Schiaretti para "sanear" la Caja de Jubilaciones de la Provincia, en medio de la puja con la Nación por el envío de fondos. "Hay un incumplimiento del gobierno nacional. La Nación nos está asfixiando económicamente", apuntó el ministro de Gobierno, Carlos Caserio, en diálogo con la prensa.
El recorte es de entre el 22 y el 27 por ciento para los haberes jubilatorios, pero también se propone un cambio de cálculo de los futuros ingresos, que se obtendrá de un promedio de los últimos 10 años de sueldos en vez del último año de aportes, medida que es fuertemente resistida por los gremios.
A causa del paro general hoy no se dictaron clases y la atención en la administración pública es prácticamente nula, con guardias mínimas en hospitales provinciales y municipales.
Desde la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) denunciaron un "sabotaje" por parte de los trabajadores de Luz y Fuerza en la estación transformadora de Villa Revol, que dejó sin suministro eléctrico a barrios de la ciudad, incluido el polo sanitario, donde hay cuatro hospitales. "Pudo ser una tragedia. Había 20 niños con respiradores artificiales cuando se cortó la luz", denunció el ministro de Salud, Oscar González.
A raíz de los serios incidentes, las empresas del transporte urbano de pasajeros de Córdoba resolvieron dejar paradas las unidades en punta de línea por cuestiones de seguridad, razón por la cual no hay colectivos en toda la ciudad. Así se explicó desde la Unión Tranviario Automotor (UTA), quienes aclararon que no se trata de un paro del transporte de pasajeros de esta ciudad.
Señalaron que la medida fue adoptada por el sector empresario, de no sacar a los colectivos de punta de línea por razones de seguridad a raíz de los incidentes que se registran en la capital cordobesa. Los sectores de varios gremios estatales se movilizan en rechazo al proyecto de reforma jubilatoria que impulsa el gobierno de Juan Schiaretti y que se está debatiendo en la Legislatura provincial.

Aguanten Compañeros!

Solidaridad con los Compañeros que estan luchando en Córdoba para defender los derechos de miles de trabajadores.

No Docentes por el Cambio en APUViM

domingo, 27 de julio de 2008

Cuanta fuerza tenía... y tiene aun...



¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan facil, ya sé que pasa.
No será tan simple como pensaba.
Como abrir el pecho y sacar el alma, una cuchillada de amor.

Luna de los pobres, siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo y me darás algo,
algo que me alivie un poco nomás.

Cuando no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Hablo de países y de esperanza,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo por cambiar esta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar nomás.

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón।

Fito Páez.

(Le robamos a Manolo la idea de esta letra, que es inmejorable)

“La Presidenta argumenta frente a una sociedad que prefiere gestos”

Pagina 12

Como parte del espacio político Carta Abierta, María Pía López –ensayista, socióloga, docente universitaria– aportó en los últimos meses la capacidad de nombrar la complejidad del conflicto con el agro más allá de sus intereses y protagonistas inmediatos y mediáticos. Aquí vuelve a poner palabras sobre el día después al abrupto fin del proyecto oficial en el Senado.


El espacio de Carta Abierta, que reúne a cientos de intelectuales y artistas, ha sido en los últimos meses una de las principales usinas de términos y de interpretaciones sobre el conflicto entre el Gobierno y el campo. Sobre todo, intentando nombrar la complejidad de las dinámicas en juego, más allá de sus referentes inmediatos y mediáticos. María Pía López, ensayista, docente universitaria e integrante de Carta Abierta, escribió tras la derrota del proyecto oficial en el Senado un texto titulado “Dolor” en el que analizaba el desenlace de la disputa como el triunfo de una extendida “subjetividad de derecha”. Embanderada en el “individualismo económico” y en una “concepción racista” de la vida en común, esa subjetividad dio voz a un “catecismo de circulación masiva”, argumentó López. En esta entrevista con Las12, lleva su análisis a las formas de comunicación que adoptó el conflicto, los lenguajes con que se llamó a la movilización y, también, al modo en que es percibida la retórica presidencial.
Hablás de una sensibilidad de derecha que queda a la vista tras el conflicto. ¿Cómo logró expresarse y tener influencia masiva? ¿Es puramente mediática?

—Me parece que lo que se activó en los últimos meses fue un tipo de sensibilidad social, heredera de las más profundas transformaciones del país. Un tipo de sensibilidad que se organiza en función de la ruptura de lazos comunitarios y de la desazón y desconfianza frente a la política y frente a todo lo que no tenga una explicación basada en el interés económico directo. Eso no lo crearon los medios, sino los modos sociales de vida, pero los medios masivos de comunicación despliegan sus técnicas de montaje y edición de contenidos de modo de ensalzar esa subjetividad como única legítima. Lo hacen con una fuerza enorme. Retoman el sentido común y lo convierten en objeto de afirmación plena: dicen lo que la “gente” piensa pero proveyendo a la “gente” de imágenes poderosas para ratificar esa subjetividad. La situación es problemática en lo que hace a la relación entre subjetividad, medios y política. Porque el discurso político, con sus términos y símbolos clásicos, queda desfasado respecto de esa otra articulación. Por eso, el héroe mediático es (Alfredo) De Angeli y no (Eduardo) Buzzi.
¿Son figuras que se contraponen en algún sentido?

—No son contradictorios, sino momentos distintos de una despolitización muy extendida socialmente. Pero también por eso, resulta más estremecedor Buzzi que De Angeli, al enlazar esa situación de desapego respecto de la política y primacía de los intereses inmediatos con discurso político en el sentido más fuerte. Eso lo puede hacer porque los símbolos flotan sin arraigo, circulan como monedas de cambio social. Quizá la mediatización es esa ausencia de arraigo y la sustitución de la escena de producción social de articulaciones por una escena espectacular de enlaces y difusión de símbolos. El poder enorme que tienen los medios es correlativo a la impotencia de otros territorios.
Para pensar la comunicación política por parte del Gobierno: ¿qué tipo de argumentación primó y a qué tipo de imágenes se confió la movilización?

—El Gobierno ha sido débil en el plano de la comunicación política y también en el de la reflexión cultural. Porque ante una situación notoriamente nueva y con lógicas comunicacionales inéditas, respondió con el arcón de los recuerdos. De un modo raro, y por momentos contradictorios, articuló la reposición de categorías antiguas —y también lo hizo gran parte de la sociedad, que leyó lo que sucedía como una pura reedición del pasado y activó las napas de racismo y exclusión heredadas—-, como las de pueblo y oligarquía, con una reivindicación ingenua de la tecnología. Me parece que estamos ante un Gobierno capaz de asumir distintos riesgos y de moverse en diversas situaciones, pero que no despliega los argumentos para hacerlo. Y que al difundir una interpretación forjada de un modo rígido no logró extender sus interpelaciones a aquellos que resultaban beneficiados por sus políticas.
¿Cómo vinculás esta imposibilidad de ampliar su interpelación y su confrontación con los medios?

—La estrategia comunicacional y cultural no puede desplegarse sin otro tipo de relación con los medios de comunicación, que a lo largo del conflicto demostraron una cerrazón sin igual a pensar las diferencias y transformaciones que se estaban operando en la escena. La condena mediática a las marchas como resultantes de un clientelismo anticiudadano, la mentira explícita respecto de las condiciones de esas movilizaciones, mostró que además de construir argumentos más precisos y símbolos más capaces de interpelar, es necesario una intervención más directa en el plano de la creación, apoyo y difusión de los medios públicos de comunicación. El tipo de interpretación que el Gobierno arrojó a la movilización puso un énfasis claro en la dimensión política de la vida pública. En ese sentido, la última movilización mostró un abanico de personas y grupos muy diversos, que acompañaban más el momento de politización como apertura o umbral. Mi impresión es que se veían las retenciones más como indicios de una política a desplegar que como algo ya evidente.
Al mismo tiempo, la politización de las retenciones como debate público fue algo que el Gobierno no planteó desde el principio sino en la medida en que se desarrolló el conflicto...

—El discurso del Gobierno fue variando durante el conflicto por las retenciones, y cuando llegó a la enunciación de que había que situar en la agenda democrática el tema de los recursos económicos y su distribución fue acompañado por muchas personas y también sancionado por muchas otras. Creo que la última plaza, la del Congreso, fue algo distinta de las anteriores, porque las “plazas de Mayo” estuvieron signadas por la necesidad de defender a un gobierno electo democráticamente y a su soberanía para definir políticas, mientras que la plaza del 15 de julio estaba recorrida por un ánimo alegre, el de la comunión callejera en relación con algo que está más en el futuro que en el presente. Para decirlo rápido, me pareció una movilización menos defensiva, pero combinada con una articulación política gubernamental de gran fragilidad, como se vio al día siguiente en el Senado.
Una de las cuestiones más discutidas fue la figura de Cristina. Muchas de las críticas —por ejemplo: que es soberbia y pedagógica— tienen que ver con cómo habla. ¿Qué uso del lenguaje ves en ella? ¿Qué tipo de retórica es la que genera una irritación masiva?

—La Presidenta es un personaje extraño para la vida social contemporánea. ¿Qué es lo que irrita en la Presidenta? ¿A qué se llama soberbia? Esas son quizá las preguntas más difíciles de responder, porque lo que se dice ante esa pregunta es por lo menos superficial: el cuidado de la imagen, la gestualidad, la vocación explicativa. Por sí solos, esos rasgos no deberían resultar motivo último de condena. Porque efectivamente hay una pedagogía en juego pero en una sociedad que no desdeña otras pedagogías y que ha hecho, durante mucho tiempo, de sus ámbitos educativos y sus figuras docentes la reserva moral. O que ha sostenido la pedagogía del periodismo conservador o los ademanes explicativos de un Grondona. Y no quiero decir que el estilo no sea fundamental y que esos rasgos no sean indicios de una sensibilidad que puede resultarnos ajena. Lo extraño es que en los ademanes y en la elección de ropa está más cerca de los habitantes de los barrios que la aborrecen que de muchos de quienes la acompañan. Creo, entonces, que moviliza otra cosa, que deviene en odio. Y lo que moviliza ocurre en el orden del discurso: ocurre como argumentación. La Presidenta argumenta en una sociedad que prefiere la gestualidad inmediata de un De Angeli que los argumentos del debate político. Como si el balbuceo mediático hubiera producido el formato con el cual es legítimo hablar políticamente. Y que la violación a ese registro sólo puede indicar que quien habla usa la lengua como mascarada. Es la idea de retórica como mentira o manipulación llevada al extremo. El otro día, en una sala de espera de un consultorio en el que sólo había mujeres, entre las muchas críticas que escuché sobre la Presidenta, la más sorprendente era una comparación con Isabel Perón: a favor de Isabel, porque “ésta (por Cristina) es peor, porque es inteligente”. Cuando la Presidenta habla y argumenta, además, lo hace enunciándose como mujer política y eso significa contrarrestar —o quedar avasallada por— la enorme deslegitimación de la política. Es más creíble un empresario, aun haciendo política, porque sus intereses son más inmediatos y explícitos, que el político (o la política en este caso) puro, que es más bien una encarnación de lo que debe condenarse.
¿Por qué creés que las alianzas del Gobierno fueron insuficientes a la hora de ganar el debate público?

—El debate se convirtió, bastante rápido, en una escena de disputa por cómo se construía política. Los sectores progresistas de la oposición partieron de una hipótesis no desdeñable: presionar para llegar a una instancia de consenso y de discusión, más que el acuerdo sin más, con una medida con la que podían acordar. Pero tal como se terminó resolviendo la votación en Diputados, cuando ya el oficialismo había aceptado varios de los cambios propuestos, demostró una crispación inédita y una por lo menos mezquina capacidad de distinguir los trazos fundamentales de la escena. Pienso ahí en el momento en que se sube a mil quinientas toneladas el límite sobre el cual se pagan retenciones, y el diputado Lozano habla con la Federación Agraria y transmite que ahora la condición es la subida a tres mil toneladas. ¿Qué significa ese trastrocamiento, en medio de la negociación, si no es la afirmación de una vocación renuente al consenso y a la articulación política? Las alianzas previas del Gobierno, en parte, se agotaron por una dinámica que no pudo reconocer el oficialismo, y que es el carácter local de los conflictos políticos. Podía disputar, dentro de la ciudad, las grandes imágenes y símbolos de la movilización, pero no resolver los dilemas de un diputado o senador cuya legitimidad proviene del poder o la conflictividad local.
Hablás de un triunfo de la operación destituyente. ¿Qué es lo destituido? ¿Cómo creés que reorganiza la gobernabilidad?

—Más que una operación se trata de la activación por distintos ademanes, discursos, actos, de un clima, en el que se desinviste de legitimidad y autoridad a los poderes públicos. En el que mientras más atribuciones simbólicas o más disposiciones culturales o presencia política tenga alguien, más se convierte en blanco de la sospecha y el ataque. Esto ocurrió con la investidura presidencial: era el lugar más frágil precisamente por ser el más investido. Lo destituyente consistió, creo, en separar poder de mando y capacidad de intervención sobre la trama social respecto del lugar simbólico de la presidencia. Es una suerte de reconocimiento del neoliberalismo en su sentido más profundo, como funcionamiento de la vida social. La política pública aparece como obstáculo para ese funcionamiento. Quizá significó el triunfo, lo que ocurrió en estos meses de lockout y en el Senado, de una gobernabilidad sustentada sobre el acuerdo de los poderes sociales. Y no quiero decir con esto que el kirchnerismo ha sido una épica de los oprimidos contra los poderosos. Más bien ha combinado estrategias confrontativas con conciliaciones bastante difíciles de presentar públicamente junto con la retórica de lo popular, pero sí estaba habitado por contradicciones, por tensiones, o desperdigaba indicios de otro intento de gobernabilidad. La imposibilidad de legislar las retenciones móviles puede acorralarlo hacia un más férreo acuerdismo. Tiene otras posibilidades, que analistas y periodistas han señalado en estos días, que pasarían por expandir el mapa de las alianzas, generar una dinámica gubernamental que pueda ser explicitada permanentemente con las categorías que la contemporaneidad merece y plantearse estrategias de efectiva constitución de lo público y de revisión de lo estatal. Es lo que podemos desear, no sé si lo que puede ocurrir.
¿Cómo queda planteado el escenario para el proyecto de ley de radiodifusión?

—El proyecto de ley de medios resulta fundamental en este contexto, porque repondrá al Gobierno en una situación de profunda conflictividad y sin mayoría parlamentaria que se pueda descontar. ¿Tomará ese riesgo o se abocará a temas menos conflictivos para una opinión pública formateada por los medios? Hay una diferencia con las retenciones, y es que el proyecto fue discutido por distintos grupos sociales, periodistas, universidades, empresarios, antes de su diseño final. La nueva ley de medios es necesaria y hasta urgente como regulación, pero no hay que suponer que va a modificar los modos de producir interpretaciones y distribuir símbolos en la sociedad argentina. Por eso, no habría que confundir su necesaria sanción con otra necesidad: la de desplegar estrategias comunicacionales y culturales, que supongan interpretaciones acuñadas con precisión y una fuerza mítica de interpelación.

Lo que no sabíamos

sábado, 26 de julio de 2008

Proyecto Sur: Así no seguimos

Por Alberto J. Lapolla, Ana T. Lorenzo, Marcelo Arbit, siguen las firmas. *

Con dolor comunicamos al conjunto de nuestros compañeros de Proyecto Sur que así no seguimos. En agosto de 2007 contribuimos a crear este espacio como un intento de reconstrucción democrática y plural del campo nacional, popular, antiimperialista y latinoamericanista. Al inicio de la crisis agropecuaria, incidimos positivamente en una posición correcta de Proyecto Sur en el tema que, entre otras anteriores, se plasmó en la declaración consensuada del 17 de mayo. En ella se denunciaba al salvaje lockout agrario, a las grandes empresas exportadoras multinacionales, a los pools de siembra y sus arrendatarios, a los grandes terratenientes nativos y extranjeros. Se criticaba el proceso de sojización, la concentración de la propiedad, el trabajo en negro de los peones, la pérdida de chacareros y de productores pequeños. Se advertían los intentos desestabilizadores, tanto externos como internos, y se recordaba el nefasto papel cumplido por la SRA y CRA en todas las dictaduras. Hacíamos explícito también la necesidad de debatir democráticamente un Plan Nacional Agropecuario. Sin embargo, continuando el conflicto, la “mesa nacional” de Proyecto Sur, negando decisiones de varios distritos en contra del lockout y la desestabilización, se negó reiteradamente a aceptar que había en marcha un fuerte proceso de desestabilización política y de condicionamiento económico motorizado alrededor del conflicto desatado por la oligarquía terrateniente y sus socios, acompañados esta vez por las clases medias rurales y urbanas, los medios de comunicación, los partidos de la izquierda colonial y los políticos de derecha. (Ver solicitadas en PáginaI 12 del 25-06 y 16-07-08 y artículos en PáginaI12 del 12-07 y del 25-7-08.) Esto objetivamente colocaba a Proyecto Sur en una complicidad con el bloque reaccionario.

Fue imposible convencerlos de participar o apoyar, desde una posición independiente, alguna de las marchas donde convergimos los sectores populares en respaldo del gobierno legítimo contra el golpismo y los privilegios de los de siempre. A esos actos concurrimos espontáneamente muchos compañeros de Proyecto Sur, guiados por nuestra conciencia. Lo hicimos diferenciándonos, por supuesto, porque no somos kirchneristas; pero muchos de nosotros, cuando defendimos a Raúl Alfonsín en Semana Santa tampoco éramos alfonsinistas; pero entendíamos –al igual que ahora– que se trataba del destino de la nación y del respeto a la voluntad popular.

Si Proyecto Sur se hubiera posicionado en una actitud de respaldo al Gobierno, sin ocultar críticas ni diferencias, se hubiera llenado de prestigio, habría mostrado grandeza patriótica y habría ganado el respeto de la militancia e, incluso, de la izquierda kirchnerista. Sólo se necesitaba claridad de análisis, generosidad y amor a la patria y al pueblo. En lugar de ello, Proyecto Sur eligió criticar acerbamente al Gobierno –ignorando todas las concesiones realizadas por éste a la Federación Agraria–, desconocer el lockout y el desabastecimiento y colocarse en la vereda de enfrente. Peor aún: quienes invitamos en forma personal y colectiva a participar de las manifestaciones, pero sin utilizar el nombre de Proyecto Sur, fuimos duramente cuestionados por la “mesa nacional”.

¿Cómo es posible que, cuando en la nación se desata un lockout patronal de cuatro meses, con todos los medios de comunicación del poder económico transmitiendo en cadena, con acciones simultáneas de desestabilización en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua, no se vea la mano del Imperio detrás? ¿O se cree que Thomas Shannon vino cinco veces a la Argentina, que Luciano Miguens viajó a los Estados Unidos, o que Duhalde se entrevistó con Uribe con fines de intercambio cultural? ¿Acaso la puesta en movimiento de la Cuarta Flota Imperial se destinará para fines turísticos? ¿No era atendible la razón desestabilizadora, cuando el propio comandante Hugo Chávez señalaba que “lo que está ocurriendo en Argentina es lo mismo que ha pasado en Venezuela, cuando se produjo el golpe de Estado”? ¿Es que Chávez miente o está siendo operado? ¿O se cree que la SRA, CRA y Carbap, integradas por funcionarios de todas las dictaduras, cómplices directos y beneficiarios del genocidio, sólo defienden los “intereses del campo”? ¿Cómo no se advierte que este nuevo y poderoso bloque está ahora posibilitado de condicionar cualquier medida, por tibia que sea, que afecte esos intereses?

La culminación de este proceso de abandono de las posturas iniciales de Proyecto Sur se produjo mediante el voto vergonzoso de Claudio Lozano, el único diputado nacional electo en nuestra representación. Votó en contra del proyecto de retenciones móviles y diferenciales, al que había apoyado en marzo cuando no incluía ninguna de las mejoras que la Federación Agraria reclamó. Mejoras obtenidas y que premiaban a los pequeños y medianos terratenientes pampeanos. Lozano intentó justificar su voto negativo con argumentos absurdos. Si las retenciones se cobran mal o se evaden, la solución no es eliminar las retenciones garantizando de esa manera la gigantesca ganancia del complejo oligárquico-sojero, sino corregirlas y hacer eficiente su cobranza.

La correcta denuncia de negociados era perfectamente compatible con un voto afirmativo hacia el único proyecto de retenciones móviles que estaba en discusión. Resulta inconcebible que se afirme que, “como el kirchnerismo no aceptó nuestro proyecto votamos en contra”, confirmando el refrán tradicional respecto de que lo mejor es enemigo de lo bueno. Urquía, Reutemann, Romero y demás sojeros deben estar felices con el nuevo compañero de ruta.

Finalmente en su nombre Lozano terminó perjudicando a los pequeños y medianos productores sojeros a quienes decía defender que ahora no dispondrán de ninguna compensación. Lozano completó su lamentable rol a favor del bloque reaccionario asesorando a los senadores fueguinos para que cambiaran su voto, ayudando así a la SRA, a Duhalde, Bergoglio, Nosiglia, Macri, Menem, Reutemann, Romero, Barrionuevo, Carrió y Cobos, a voltear el proyecto oficial, consumando una parte del golpe destituyente. Por ello, resulta insólita la defensa a ultranza de ese voto que realiza hoy la “conducción” de Proyecto Sur. Su lamentable papel colocó a nuestra incipiente fuerza al lado de los sectores más reaccionarios del país. Cuando la situación política se polariza de tal manera, no hay lugar para neutralidad o medias tintas.

De esta manera, no seguimos en Proyecto Sur, pero ninguno de nosotros se retira a su casa a meditar. Por el contrario, nuestro compromiso militante y político con la causa del pueblo y de la patria es más alto que nunca, como lo hemos demostrado en estos días de profundo ataque de la derecha, donde por todos los medios a nuestro alcance hemos trabajado en función de denunciar los planes golpistas, de movilizar y de ayudar a la unidad de las fuerzas populares. La situación del país es grave, la derecha ha conseguido su más importante victoria después del gran triunfo popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 e irá por más. De allí que creemos necesario construir colectiva, democrática y pluralmente el espacio que Proyecto Sur se negó a realizar.

Los campos han quedado nítidos. De un lado, están la derecha y sus lacayos. Del otro lado, se encuentra un conglomerado enorme de grupos y organizaciones, cuya mayor debilidad es la falta de unidad y organización. Queremos ayudar a concretar un poderoso movimiento social, cultural, político, transformador que alumbre una nueva etapa del movimiento de liberación nacional y social del pueblo argentino. Movimiento que se debe basar en la actualización de las banderas históricas del pueblo argentino: una patria justa, libre y soberana con una profunda democracia participativa y una fuerte distribución de la riqueza que elimine el hambre, la indigencia y la pobreza de nuestro suelo, recuperando para el Estado nacional las palancas principales de la economía, nuestros recursos naturales y estratégicos. Llamamos a los compañeros y compañeras de Proyecto Sur y de otras organizaciones populares que compartan estos anhelos a construir una herramienta representativa, plural, de unidad en la diversidad para continuar la gran patriada.

* Ignacio Nacho Ivancich, Fanny Martín, Jorge Paolini, Gabriel Rubinstein, Oscar Oriolo, Angel Aloatti, Nicolás Codesido, Juliana González, Guillermo Gómez, Compañeros Para la Liberación, 19 y 20 de diciembre en Proyecto Sur, siguen las firmas.

miércoles, 23 de julio de 2008

Lo que se pierden los peronistas de derecha por fachos...

Un poco de música, che!

Pequeñas delicias de la vida política que me pierdo por no ser de la U.C.R.

Por La Runfla de Rufianes

Los radicales son -como todos sabemos- un raza distinta de animales políticos. Ellos suelen ser gente bien, con título de Doctor (por lo general) y que usan traje día, tarde y noche. (Un amigo sastre me confesó que los radicales nacían con el traje puesto y les crecía a través de los años como una segunda piel. También me contó que hay algunas especies de UCRs que en el verano se les cae la corbata y allí suelen sentirse humanos; sensación incómoda que mengua cuando se ponen una camperita de descarne o se sientan en algún escritorio).

Allí me puse a sacar cuentas y tomé conciencia que usé traje solo dos veces en mi vida y me quedé pensando en cuantos placeres mundanos y políticos me he perdido por no ser radical.

Está claro que el primero es no haber sido -y jamás poder aspirar ser- decano de alguna facultad o rector de una universidad. Un radical de ley en algún momento de su vida debe ser titular de cátedra, presidente de centro de estudiantes o conciliario docente, sino JAMÁS será visto como un igual por sus correligionarios y probablemente pasará por la vida política sin alcanzar jamás el estrellato tan soñado.

Evidentemente también me he perdido la inigualable experiencia de cantar la Marcha Radical (¿se llamará así?) y haber tenido en mis cuerdas vocales la rítmica poesía del "adelante radicales, adelante sin cesar". Aunque en este punto debo confesar que tampoco he tenido la fortuna de insuflar mi pecho con marcha alguna, ya que mi vida ha estado ligada a una organización sin más marchas que las que se construyen alrededor de las canciones de la tribuna dominguera.

Tampoco he experimentado el extraño placer masoquista de copiar la oratoria de Angeloz, Alfonsín o De la Rúa. No he convocado a los argentinos a gestas milagrosas o a economías de guerra. No he tenido vocación de martir o de ciudadano ilustre. No he llenado mi boca con la austeridad de Illia y llenado mis bolsillos con la rapidez de Medina Allende.

Jamás he hecho con éxito, el papel de "hombre atribulado" o de sujeto atrapado por las circunstancias para conseguir el aplauso de los giles y de los medios. Jamás en mi vida se me podría ocurrir en mi limitada cabeza meter en un mismo párrafo la ley de hidrocarburos y la de los vinos espumantes, para justificar mi volubilidad y oportunismo. Pero no me caben dudas que cuando se consigue el éxito buscado, se debe sentir un placer especial, el mismo que inunda a un actor, cuando logra que su platea se conmueva frente a una ficción.

No soy, como los radicales por definición, un hombre probo, ni aparento serlo. Y eso, por suerte, me salva de entender a un tipo como Cobos.

La remera de moda - Cobos lo hizo

Entrevista muy esclarecedora

Entrevista muy buena a Vervitsky, en Radio Nacional Córdoba, la semana pasada. La tomamos prestada de los compañeros de La Runfla. En el programa participa también, aunque no se lo ve en cámara, pero si haciendo preguntas, el abogado de APUViM Eugenio Biafore.

Notas Sobre la Redistribución del Ingreso

Por Damián

Escribimos aquí una pequeña crónica de las consecuencias redistributivas de la anulación de la resolución 125.
El Cpro. Schiaretti, quien hace apenas seis meses fue a rogar por la legitimidad de su fraude electoral al gobierno nacional, y que cuatro meses después apoyó fuertemente la anulación de la resolución 125 ha comenzado con su política de redistribución del ingreso. Su primer medida fue recortar las jubilaciones un 25% !!!!!!! a los jubilados estatales. Su caballito de batalla es que el Gobierno central no le manda guita; sin embargo quienes vivimos en Córdoba no olvidamos que el Cpro. De la Sota reventó las arcas provinciales en los pasados 8 años y que Schiaretti es la continuidad de ese gobierno. Pero tiene suerte Schiaretti. No está solo. Tiene también al Canal 12 de Córdoba, propiedad del Grupo Clarín y al diario La Voz del Interior, el más importante de la provincia, también propiedad del grupo Clarín de su lado. Toda la mañana de hoy (23/07/2008) estos medios han estado fogoneando la represión de la policía cordobesa, que no es la más mansita de las del interior. Tanto Canal 12 como La Voz del Interior han intentado mostrar lo violenta que era a protesta, cosa que no les salió bien, pues los manifestantes (Todos los gremios estatales unidos, otro milagro de Schiaretti, que logro juntar el agua y el aceite) se abstuvieron de confrontar con la policía y con nadie, ni tumbaron una sola valla. Eso si la manifestación fue una de las más importantes de los últimos años. Mientras tanto los tristes periodistas de Canal 12 mostraban unas tuercas que 'habrían tirado los manifestantes'.
Nuestra solidaridad desde aquí con los gremios que están defendiendo con todo lo que tienen los derechos de los trabajadores. No olvidamos que nuestros intereses como trabajadores jamás coincidirán con los de un traidor.

martes, 22 de julio de 2008

Separados al Nacer

"BOMBITA" RODRÍGUEZ Y "SOBRECITO" LANATA

Por Anarko-Peronismo

¡Exlusivo! Desde el epicentro del conflicto, esquivando bombas, baches, sobres y picaduras de tembiles mosquitos, nuestro heróico corresponsal de la Guerra Gaucha arriesga su propia vida para comunicarnos los últimos eventos:

"Horacio “Bombita Rodríguez” Verbitsky pareció divertirse con el juego, de modo que se nos ocurrió acercarle algunos otros:
  • “Si seguís con De Vido, Horacio, estás jodido.”
  • “El Perro con Rudy bien se lame.”
  • “De robo para la Corona a servir a la Reina.”
  • “Desde Ezeiza a Calafate Horacio banca el remate.”
  • “De los soldados de Perón a defender a Felisa fue HV sin cortapisas.”

Bombita Rodríguez, el Palito Ortega montonero, personaje creado por Diego Capusotto, se ha transformado en un documental."

Estos "aforismos" son en respuesta a un artículo de Página/12 del día 14 de Julio, en el que Verbitsky hacía referencia a un cartel que decía: "Bernardo tenía mala leche. Quedó la nata".

Entendemos la bronca de Robespierre. Lo que no entendemos es el apodo "Bombita Rodríguez". Si El Perro fuera un tipo que se jactase contínuamente de su pertenencia a una organización armada, si reivindicara todos los días la lucha armada o si tratara de obtener un capital político por ello, bueno, lo entendería. Pero tratándose de Horacio Verbitsky, un señor que es muy autocrítico con lo que ocurrió en los ´70, ya en su momento bastante escéptico respecto a las probabilidades de obtener el éxito por las armas, me parece que Jorgito está meando afuera del tarro.

A menos que Jorgito finalmente se haya decidido a ponerse en sintonía con su público y sus nuevos jefes, y se dedique al macarthyano arte de acusar de Montonero, Guerrillero y Terrorista a todo aquel que opina de determinada manera. Esto me sonaría más razonable, viniendo de un periodista de izquierda con la actitud moral de una vieja mojigata de pueblo.

Nuestro corresponsal es un tipo muy ocurrente y no le hace falta tener realmente mucho de qué hablar para hacer una crónica. El único material que requiere para informarnos, se contiene en un sobre o en su defecto un maletín.

Queremos saludarte Jorge "Sobrecito" Lanata, corresponsal de guerra; artista posmo; quebrador crónico; ex-cineasta émulo de Michael Moore; abrecartas profesional y Robespierre de los Hombres de Campo, dedicándote a vos también unos aforismos más:

  • "El diario es de Manzano, ¿Después lo quebramos?"
  • "Si El Coti se pone, te escribo El Quijote."
  • "Cambiás de opinión, ¿se puso el Cabezón?"
  • "Jorgito sospecha, ¡un sobre a la derecha!"

lunes, 21 de julio de 2008

La borocotización de TVR

Por Mundo Perverso

Ya lo habíamos posteado acá: es una pena lo de TVR. No voy a insultar como lo hice frente al televisor mientras veía la manipulación que hicieron sobre el conflicto del campo. No lo voy a hacer por el respeto a todos los excelentes informes que expusieron durante todo este tiempo.
TVR se dió vuelta luego de años de mantener independencia, habiendo sufrido muchas presiones e incluso censura por parte de la "prensa independiente" de Manzano y de Narváez. En aquel entonces desde acá le dimos difusión al hecho y a los pormenores del asunto. También defendimos al programa desde acá cuando a Majul no se le ocurrió mejor idea que salirle a competir los sábados.
Después de tanta agua bajo el puente es una lástima ver cómo su productor, Diego Gvirtz, ahora dilapida su capital bien logrado jugando para los intereses del grupo Clarín y las hordas republicanas; dando a entender a través de sus últimos informes que los que apoyaron a los patrones del campo eran "gente bien" (seleccionando personas que explicaban por qué estaban ahí), mientras que los testimonios de los que apoyaban al gobierno eran descerebrados arreados que ni sabían por qué iban a la manifestación. También si prestan atención verán que en la introducción a la marcha en apoyo al gobierno hasta se cuela una imagen fugaz de una parrilla con choripanes, como si no hubiera habido choripanes en el acto del campo (que, de hecho, antes de comenzar los comentaristas televisivos remarcaban que "todo ese humo que se ve en pantalla no es por quema de pastizales sino por choripanes").
Elegí recortar los comentarios de Schultz y Wainrach quienes en respuesta a D'Elía resaltaban que "ahora lo bueno es que Todos Nosotros vamos a seguir trabajando y bueno, vos Luis.. vas a seguir." Como si D'Elía no trabajara. Trabajo pareciera ser para Schultz "trabajar para empresas privadas" y, todo lo demás, no calificaría como trabajo.
Una lástima Gvirtz, era muy bueno tu programa. Una bocanada de aire fresca en medio de la hegemonía discursiva de las empresas que tienen el control de la cultura. Lo lamento más que nada por el talento que están desperdiciando; los editores -lo digo como colega- que trabajan para hacer esos informes hicieron un trabajo excelente durante todo este tiempo y es realmente triste ver que ahora estén volcando todo ese talento y creatividad en demonizar la protesta social, en defender los intereses de los poderosos. La verdad es que no creo que todos ellos tengas las mismas convicciones que un ex compañero de trabajo, quien una vez en una charla en la que le cuestionaba haber aceptado trabajar editando informes non-sanctos para un señor (que no voy a nombrar para no mandarlo al frente), me dijo algo así como "Y bueno, yo laburo el que pague mejor. Si tengo que editar una campaña para *** y hay buena guita lo hago total, las "convicciones", son cosas de políticos".
No funciona así: todos somos responsables por lo que hacemos. Uno no puede exigirle a los dirigentes políticos lo que no ejercen día a día en sus vidas cotidianas. Si trabajás para el que más pague, aún conciente de que el que más te paga está haciendo algo malo, ¿desde qué lugar podés exigirle a un político que no haga lo mismo que vos? Si bien el responsable es Diego Gvirtz, esto no le quita responsabilidad a los que integran el equipo, a los que acatan sin chistar lo que se les pide. Uno siempre puede decir "no".

Saludos
D.F.

Qué país

Por Eduardo Aliverti

Lo que pasó el jueves no pasa en absolutamente ningún lugar de este mundo. Es válido empezar por ahí, porque sirve de referencia para el análisis global.

Que un vicepresidente vote en contra de su gobierno; que lo haga a seis meses de iniciado éste; que lo ejecute en una instancia crucial para la suerte de la fuerza que integra; que no sólo no haya tenido la ética de renunciar, sino que porte la amoralidad de decirle a su compañera de fórmula que aquí no ha pasado nada y que quiere seguir a su lado hasta el 2011; que el conjunto de los periodistas de la Patria Mediática, siempre horrorizados por la prostitución ideológica de “los políticos” y alucinados con Borocotó hasta ayer nomás, rescate casi sin eufemismos los huevos que tuvo Cobos... Borges y Groucho Marx hubieran quedado boquiabiertos. Haber cruzado este límite surrealista es la pauta de la monumentalidad de los errores del Gobierno y de la magnitud del enemigo. Dijo un funcionario kirchnerista: “La primera vez que tocamos intereses concretos del poder, del poder real, lo único que se nos ocurrió fue enfrentarlos con el bombo y la marcha peronista. Así que nos pasó lo que nos tenía que pasar”.

Esa primera persona del plural es un elemento muy interesante. De qué hablan algunos cuando hablan de nosotros. Y de qué hablamos muchos de nosotros cuando nos referimos a ellos. Cuando desde el oficialismo citan el nosotros, lo hacen munidos de un sentido marcadamente excluyente, que se reserva la apropiación pero sobre todo las consecuencias de toda victoria, derrota, disposición o gesto político. Esa es en verdad la soberbia preocupante. Ese desprecio acerca de que las decisiones que toman, o la forma de implementarlas, no los afecta solamente a ellos, sino al grueso de quienes ellos dicen representar con dirección progresista. Y en analogía, tras el Waterloo del jueves, se escucha a muchos progres que pasan la factura por el número de estropicios oficialistas. Todo lo que se reprocha es cierto. Que se jodan por aliarse con radicales, que tienen el invicto histórico de terminar, siempre, traicionando. Que se jodan por haber apostado a la estructura mafiosa de los barones del conurbano. Que se jodan por no haber abierto el juego por afuera del PJ. Que se jodan por la admirable ingenuidad de mandar el proyecto al Congreso. Que se jodan por apoyarse en la burocracia de la CGT y no darle personería a la CTA. Que se jodan por su estilo capanga de conducción. Que se jodan por no profundizar la afectación de otros bloques de la clase dominante y acabar sin pan y sin torta. Todo correcto. Pero resulta que a la par del kirchnerismo se jodió, precisamente, la muy tibia posibilidad de seguir avanzando en un modestísimo proceso de pequeños cambios que es, al fin y al cabo, el paso tolerable para esta sociedad. Ahora la salida es posible claramente por derecha, por lo peor de la derecha, y lo que se jodió está lejos de ser sólo el kirchnerismo. ¿Dónde ponemos el no- sotros, entonces, y dónde el ellos?

Alguna parte de esa lógica de escupir para arriba, sin reparar o sin que importe que el salivazo caiga en un radio mucho más amplio que el de origen, tal vez les quepa a algunos de los que hoy creen, de buena fe, que el jueves ganó “la democracia”, o “la moderación”, o “el consenso”. O la buena fe, justamente. Alguien, pocos, varios de quienes no soportan a este Gobierno, o de quienes frente al conflicto puntual decidieron estar enfrente, deben haber dudado del sincero corazón de Cobos cuando a las pocas horas de votar se trepó al auto para recoger la adhesión chacarera. Debe ser un hallazgo o hecho psicológico de fuste que al rato de vivir el momento más difícil de la vida uno ande feliz por las rutas argentinas, mostrándose para la foto. Tiene que haber generado algo en la gente de buena fe verlo a Llambías cantando la marcha peronista con Luis Barrionuevo (igual que verlo a Saadi votando el proyecto oficial, nadie dice lo contrario). Alguno debe haber capaz de conmoverse un poquito por haberle llamado “dictadura” al único oficialismo del mundo cuyo vicepresidente le vota en contra y lo hiere de muerte, quizás, porque terminó siendo que semejante dictadura es tan torpe que ni siquiera tenía información de lo que podría ocurrirle en el Congreso.

Cupo recordar por estos días una definición de Gramsci: Es hegemonía cuando una clase, o fracción de una clase, logra convencer al resto de las clases, o fracciones de clase, de que sus intereses particulares son los intereses generales. Eso, exactamente eso, es lo que acaba de (volver a) consumarse en la Argentina. Pero no en la madrugada del jueves. Y ni siquiera desde marzo último, cuando en la conjunción de los desatinos gubernamentales, y el aprovechamiento de ellos por parte de la fracción gauchócrata-mediática, comenzó a tejerse el entramado que Julio Cobos coronó con la teatralización de su cinismo supremo. Esto viene y se repite desde hace más de 30 años. Es la victoria de las patronales de los milicos. Son los 30 mil desaparecidos para que se haya logrado juzgar y encarcelar a los genocidas, pero no revertir la fenomenal derrota política que supone el terror de las clases medias y populares a cualquier vía de tímidos cambios alterativos del humor de los privilegiados. Cobos y los pusilánimes que priorizaron sus hectáreas, sus chacras, la tranquilidad del vermucito y la siesta cuando vuelven al pago, la defensa falsa del funcionamiento institucional para que la coreografía periodística los ampare, traicionaron acuerdos políticos de circunstancia. Fueron infieles, pero no desleales. Debajo de la superficie –o bien arriba, en realidad– respetaron a rajatabla su cuadro de valores ideológico: no apartarse jamás de los que estarán siempre, de los que tienen la plata del poder verdadero. Los demás van y vienen, llámense Kirchner o como sea. Los Llambías y los Miguens no. Ellos están siempre. Ellos y el tilingaje que quiere ser como ellos y nunca lo será. Los pobres y el medio pelo que piensan con la cabeza de los ricos son el reaseguro de esta gente.

Ganaron otra vez, aunque en esta oportunidad no corresponde felicitarlos porque la mayor y mejor parte del trabajo la hizo el Gobierno. Les resta la rearticulación de sus fuerzas políticas y entronizar al Menem Blanco, que bien podría ser el propio Cobos, ahora que es el héroe nacional de la gran familia argentina. Los rentistas agrarios, los periodistas del sentido común, la Sociedad Rural, Lilita, Monsanto, las patrullas troscas que les proveen cotillón, Duhalde, los radicales, Macri. Es eso. No hay comandos civiles, ni grupos de tareas ni ninguna de las afiebradas fantasías con las que Kirchner tiró sus últimos manotazos.

El golpe es la repetición de la derrota cultural. Ese sí. Terminan de concretarlo. Que cada quien se haga cargo de la parte que le toca.

La traición de los hombres honestos

Por Claudio Zeiger

Quizá por un tiempo, Julio Cobos se convierta en el héroe de la antipolítica, el reino de los que creen que la moral y la política son dos esferas no sólo autónomas sino irreconciliables y que preferirían ser gobernados por una monarquía elegante o por los éticos médicos sin fronteras a los políticos. La ecuación es inmejorable. Para no traicionar su corazón, el vicepresidente “traicionó” los códigos de la política. Si podemos abstraer por un momento su decisión del conflicto por la 125, si se acepta que votó por una convicción y que esa convicción nació de la necesidad del diálogo y el consenso (bandera que, cabe aclarar, le pertenece a uno de los sectores en pugna, la Mesa de Enlace, precisamente el sector que proclamó pero nunca buscó ni el diálogo ni el consenso), podríamos decir con la revista Contorno y la pluma de Ismael Viñas, que estamos frente a “la Traición de los Hombres Honestos”. Cobos dice que lo juzgará la historia, pero en realidad lo estamos juzgando nosotros, que aún no somos historia, momento a momento. Ya hay “cobosmanía” y “cobosfobia”. Curiosamente, hasta el momento en que se escriben estas líneas, nadie ha puesto en duda la figura de Cobos como la de un “hombre honesto”, un radical clásico que no habría evolucionado, como su partido, hacia el más rancio conservadurismo provincial sino que se habría instalado en una posición de progresista del interior, o, en otros términos, un radical K. O, agregaría yo, un compañero de ruta reformista. Porque intuyo que después del conflicto que de una forma o de otra llega a su fin, vamos hacia la conformación de un bloque conservador que se enfrenta a un gobierno reformista precisamente para bocharle las reformas. El problema es que el bloque conservador llegó a morder los tobillos del gobierno reformista. Así, me parece, quedó la cosa.

Sobre esta configuración se agrega toda la discursividad atronadora de estos últimos cuatro meses, con sus marcas salientes de racismo y clasismo (clasismo en el peor sentido, se entiende) casi inéditos. Y en este campo discursivo y como colofón de la semana que pasó, se ubica el voto de Cobos, anunciado eufemísticamente como “un voto que no es positivo”. Podría pensarse que ese voto en nombre del consenso y el diálogo fue la réplica del otro hecho trascendental de estos días, que quedó curiosamente opacado por el Cobos affaire: una multitud en la calle, partida en dos, fue tapada por la sombra de un solo hombre.

Ahí –en esta intersección de multitud y Hombre solo en la madrugada–- creo que reside la clave del presente y del futuro. El voto del hombre honesto es la expresión condensada de una forma apolítica de hacer política, con la bandera argentina y el celular, con la indignación moral y la convocatoria cívica. No sé si en términos estrictos existe aún la oligarquía, pero la burguesía asentada en la prosperidad económica sí que existe y se viene manifestando hace más de 120 días para decir que no quiere que el Gobierno que les dio el crecimiento económico les imponga un estilo o, si se quiere, una estética, a la que rechazan visceralmente. Y ese estilo, esa estética, no es sólo la mentada “confrontación”: es la política expresada en términos históricos de militancia. Lo que se confrontó en las calles el día previo al nacimiento de Cobos, fue la política apolítica y la política militante. El silencio y el ruido. Y no lo voy a decir en los términos estrechos y un tanto cómodos, si se me permite, de los que mentan al gorilismo a cada instante. No se trata meramente de peronismo y antiperonismo (fórmula que obviamente está incluida pero no es decisiva).

Esa tarde tan soleada del invierno, la militancia como concepto y modo de entender la política (con sus errores, limitaciones y viejas mañas incluidos) vivió unas horas tan gloriosas que no extraña que suenen a final de época. Pero no debería ser tan grave.

El voto de Cobos, el hombre honesto de la moral media, cristalizó los valores de la política apolítica que existe y demostró que puede organizarse en un finde y mediante el celu. Creo que la militancia es el único camino que queda, y que su recomposición a todos los niveles –sindical, político, estudiantil, cultural e intelectual– es una tarea colectiva. La única condición es no defraudarla, no traicionarla.

Ni en nombre de la honestidad ni en nombre de la ciega lealtad.

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